03/May/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

Junio 13 de 1984: comienza la instalación de la fuente monumental denominada ‘La Fuente de la Vida’ en la Macroplaza que se construye en el centro de la Ciudad, modificando el perfil urbano para darle a Monterrey un nivel de Ciudad de clase mundial. Esta obra artística tendrá como figura central al Neptuno rodeado de otras con imágenes de ninfas y niños jugando con agua, como reconocimiento al Plan Hidráulico, gigantesca obra que trajo agua a la Ciudad desde la Presa Cerro Prieto de Linares.

El gobernador Alfonso Martínez Domínguez informó por conducto de Prourbe, a cargo del ingeniero Oscar Herrera, que dicha fuente monumental tendrá un costo, en total, de dieciocho millones doscientos sesenta y cuatro mil pesos y veinticinco centavos. El 29 de mayo anterior, se había instalado el Monumento al Obrero, una obra del escultor regiomonano Cuauhtémoc Zamudio, ubicada también en la Macroplaza a la altura de las calles Padre Mier, entre Zuazua y Zaragoza, casi enfrente del Casino Monterrey. La Fuente de la Vida acaba de recibir mantenimiento de parte del gobierno, sin embargo, algunos técnicos no están de acuerdo en que al bronce (cobre y estaño) se le haya pintado, pues de ninguna manera es recomendable que se le apliquen materiales que son agentes corrrosivos que lo dañan. La limpieza ideal para el bronce es un lavado profundo y un pulimiento que permita la formación de una nueva pátins natural. Ojalá que, de ser cierto que se haya pintado, se tomen las medidas precautorias antes de que sea demasiado tarde