28/Apr/2024
Editoriales

Hernán Cortés usufructuó la mitología nacional

Todas las culturas tienen su propia mitología, es parte de su identidad. 

 Cuando una tribu invadía y dominaba a otra, absorbía sus mitos y leyendas. 

 Son tantas las leyendas de las diferentes culturas que vale mencionar sólo a los dioses más relevantes de los aztecas y los mayas.

 Quetzalcóatl es generalmente representado por un hombre saliendo del hocico o las fauces de un animal. Era un muerto que les traía habilidades para las artes, la agricultura, la construcción y la escritura.

 Huitzilopochtli era el dios de la guerra. Se representa como un guerrero con su armadura que con ella nació. Era tan feroz que mató a sus 400 hermanos y hermanas. 

 Pero su símbolo era la tierna figura de la mariposa, que se consideraba el alma de un guerrero muerto.

  Tezcatlipoca. Originalmente era el dios del sol, pero al ser derrotado por Quetzalcóatl se convirtió en dios de la noche y patrono de brujas y ladrones. Se representa como un jaguar. 

  Tlaloc. Era el dios de la lluvia pero además el dios de las montañas, la lluvia y sus manantiales. Su esposa era Coatlicue, diosa del parto.

  Por último de esta breve lista, está Quetzalcóatl /Kukulcán, “La serpiente emplumada” que era el dios de la vida, el dios sol y el salvador de los hombres. Sin embargo, Tezcatlipoca se encargó de intrigar en su contra, y hubo de irse hacia el este, prometiendo regresar. 

   Así fue que cuando llegó Cortés, muchos pensaron que se trataba del regreso de Quetzalcóatl, lo que le ayudó para conseguir sus fines, pues no cualquiera se atrevía a enfrentar al salvador de hombres.