Espectáculos

Pese a muertes, disputas o escándalos, los programas de TV deben continuar

LOS ÁNGELES  - El personaje de Charlie Sheen en la serie “Two and a Half Men” fue atropellado por un autobús y tuvo un gran funeral. El actor Corey Monteith de “Glee” murió en la vida real y hubo un episodio en su honor. “House of Cards” volverá sin Kevin Spacey, tras un escándalo, con su mujer en la ficción como protagonista.

Ya sea por causa de muerte, guión o disputas, los programas de televisión son expertos en perder a personajes clave y seguir adelante sin ellos.

El anuncio del jueves del canal de televisión ABC de que había ordenado una serie derivada de la cancelada comedia “Roseanne” sin su estrella Roseanne Barr es el último de una larga historia de cambios abruptos en la pequeña pantalla.

ABC no dijo cómo iba a lidiar con el personaje de Roseanne en el nuevo programa, “The Conners”, pero las audiencias han tenido pocos problemas en el pasado aceptando cambios repentinos o dramáticos.

“Si pierdes a un personaje principal, o alguien se va, o si hay una controversia, y el arreglo significa que sigue siendo un show gracioso o emocionante, entonces la mayoría de la gente se olvidará muy rápidamente”, dijo Robert Thompson, profesor de cultura pop en la Universidad de Siracusa.

“La gente lo aceptará totalmente, si el show es bueno”, agregó.

A veces los actores quieren irse, en otras ocasiones son despedidos debido a escándalos o disputas. En algunos casos, mueren en la vida real o sus personajes son retirados de largos programas de televisión para crear tensión dramática.

Si tienen suerte, son enviados en la ficción a otra ciudad o a un nuevo empleo, como en el caso de la salida de George Clooney de “ER” en 1999, cuando el actor quiso desarrollar una carrera cinematográfica.