18/Apr/2024
Editoriales

Privatización de la Educación.- I

En el capí­tulo dedicado a la educación del libro "The Evolution of Everything" del sabio británico Matt Ridley, nos dice cosas tan importantes y tan poco conocidas que nos obligan a re-pensar muchas de las nociones básicas que tenemos sobre la educación y que nos impelen a tratar de cambiarla de un modo radical.

Nos dice que hasta el año de 1870, hace menos de siglo y medio, el paí­s fundador de la democracia moderna, la Gran Bretaña, no tení­a ninguna función gubernamental normativa ni menos aún administrativa sobre la educación: Pero que aún así­, casi el 95% de la población británica sabí­a ya leer, escribir y hacer cuentas ¿Cómo habí­a ocurrido esto? A partir de haberse iniciado las llamadas Revoluciones Comercial, Polí­ticas e Industrial, digamos a partir de 1715, la gente misma se habí­a ido dando o pagando voluntariamente su educación, como los ciudadanos de la antigua Atenas con sus sofistas, en forma tal que se habí­an formado cientos de sistemas educativos comunitarios, los cuales habí­an crecido frondosamente en todo el paí­s.

Si el sistema funcionaba tan bien ¿Por qué el Gobierno Británico decidió intervenir en la educación pública? Seguramente porque quedó impresionado por la entonces reciente victoria del Reino de Prusia sobre Francia, que llevó a la formación del Segundo Reich Alemán: Desde que Napoleón la derrotó en 1806, Prusia habí­a quedado tan dolida que, desde entonce, implantó un sistema de educación pública obligatoria, con la intención de formar una gran base de súbditos adoctrinados con una buena ideologí­a y capaces de desempeñarse eficientemente tanto en el ejército como en la entonces naciente industria.

Pero este sistema prusiano, que pronto iba a ser adoptado en todo el resto del mundo, iba en contra de muchas de las caracterí­sticas que una buena educación humana debe tener, tales como poderse adaptar a cada individuo según sus habilidades e inclinaciones, de manera que siempre sea de gran interés para quien quiera aprender. Por el contrario, el sistema prusiano es rí­gido, burocrático y adoctrinador, marca y fija "desde arriba" lo que todos deben aprender, por lo que carece de flexibilidad, de capacidad de adecuación y de libertad para permitir la formación de su propio criterio.

Entonces, si es tan malo ¿Por qué se ha implantado en todas partes? La respuesta que dan todos los polí­ticos es algo así­ como "... para favorecer a los más pobres, a quienes no pueden pagar su educación, para darles la oportunidad de ascender socialmente.." y a veces agregan "...para que sean buenos ciudadanos...". Matt Ridley se puso en contacto con un grupo que habí­a estudiado la educación en los paí­ses más pobres del mundo, en la India, en Nigeria y en Ghana, donde encontraron lo siguiente: La educación pública es tan deficiente en esos paí­ses que aún en los barrios más pobres de ciudades como Haiderabad y Lagos la gente prefiere pagar maestros locales, sobre los cuales tienen cierto control, que hacer perder el tiempo a sus hijos en las inoperantes escuelas públicas. Cuando se encaró a las autoridades indias o nigerianas con estas realidades, primero trataron de negarlas y cuando al fin tuvieron que aceptarlo, se les preguntó por qué no ayudaban o apoyaban en alguna forma este esfuerzo de los padres, y contestaron "no se puede ayudar a entidades que tienen el propósito de lucro".

En Estados Unidos también adoptaron el sistema de educación prusiano, pero para su fortuna no lo centralizaron, y no sólo no al nivel federal, pero ni siquiera en el estatal, dejándolo a nivel "distrital", de manera que siempre ha existido una relación bastante directa entre usuarios y suministradores oficiales.

En el próximo número trataré de sugerir lo que podemos ir haciendo en México.

Atte.- JVG.- 18-10-16