El signo de los nuevos tiempos es, indiscutiblemente las políticas de igualdad de género, no discriminación, inclusión y diversidad; quien no lo entienda está viviendo en otra época. 

Para ver el contraste de lo que hoy vivimos, basta recordar cómo actuaba el obispo de Michoacán Francisco de Aguiar y Seijas, quien después fue obispo de México entre los años de 1682 a 1698.

Este santo señor odiaba las peleas de gallos, las corridas de toros, los juegos de azar… y a las mujeres. Para su sufrimiento, coincidió en el tiempo y espacio con Sor Juana Inés de la Cruz, a quien evitaba mencionar porque no podía, en todo caso, hablar mal de ella pues era ya considerada una mujer de excepcional talento.

Su misoginia era inocultable, pues no tenía siquiera entre su servidumbre una sola mujer, y en sus pláticas dominicales, era común que resaltara los defectos que creía encontrar en las mujeres.

En alguna ocasión bajó del púlpito exclusivamente para cubrir la cabeza de una dama que estaba sin tocas -prenda de tela que cubría la cabeza- entre los asistentes a misa.

Cuando fue arzobispo tenía que ir a visitar a los virreyes de su época, pero buscaba cómo diferir ese honor para no tener que tratar con sus esposas. 

El dato más ilustrativo de su actuar lo encontramos en sus prohibiciones escritas de que ninguna mujer debía traspasar los dinteles de su palacio arzobispal, so pena de la excomunión. 

Si este hombre hubiera vivido en el Nuevo Reino de León, o después en el estado de Nuevo León, habría sufrido mucho, porque aquí hemos tenido y tenemos, no a una Sor Juana Inés de la Cruz, pero sí a destacadas heroínas como Josefa Zozaya, María de Jesús Dosamantes y María Leonarda González; pintoras de la talla de Saskia Juárez y Martha Chapa; políticas como Margarita García, Carlota Vargas y María Elena Chapa; novelistas de la estatura de María Luisa Garza -Loreley-, Sofía Segovia y Gaby Riveros; educadoras como María de la Luz Benavides y Julia Almaguer; literatas como María Valdés, Adriana García Roel y Altaír Tejeda; poetisas como Minerva Margarita Villarreal e Isabel Leal; revolucionarias del corte de Andrea y Teresa Villarreal; alcaldesas de la estatura de Norma Villarreal, Cristina Díaz, y Clara Luz Flores; mas deportistas como Sylvia Andonie, Adriana Flores y Mariana Avitia. 

Y la lista continúa con periodistas, médicas, cantantes, bailarinas, empresarias y más, muchas más hermosas e inteligentes mujeres de nuestra tierra Nuevo León.