Junio 12 de 1911: el ex gobernador de Nuevo León, Bernardo Reyes es propuesto por todos los comités reyistas para la Vicepresidencia de la República, haciendo fórmula con Francisco I. Madero, quien era proyectado para la Presidencia. 

El general Reyes, que había regresado apenas el día cuatro anterior del destierro pasando por la isla de Cuba, se cruzó en el camino con su antiguo jefe Porfirio Díaz, quien iba precisamente en calidad de desterrado a Francia, en donde murió. 

Bernardo Reyes ya estando en libertad de competir, publicó un manifiesto en el cual sí apoyaba a Madero, declinaba su candidatura y agradecía a los clubes reyistas del país su apoyo. 

Sin embargo, el 4 de agosto, Reyes cambió de opinión respecto a su apoyo a Madero y en un manifiesto a la Nación, dijo aceptar su postulación, pero no a la vicepresidencia de la República, sino a la Presidencia. Y de inmediato, tres días después, dio a conocer su programa de trabajo que se basaba en 17 puntos de gran contenido social. La historia de don Bernardo Reyes es bien interesante, pues un hombre valioso y capaz terminó sus días en condiciones adversas. Su hijo Alfonso Reyes, el Regiomontano Universal, sufrió la muerte de su padre y el peso de sus últimas acciones en contra de Francisco I. Madero, al inicio de La Decena Trágica.