Editoriales

La historia del nudo

El nudo acompaña al hombre desde la prehistoria, pues se retorcían algunas fibras vegetales para hacer cuerdas, que resultaban útiles para muchas cosas vitales. En el Neolítico sujetaba la cabeza del hacha de piedra con el mago de madera; las vigas o ramas de las primeras cabañas, y con nudos sujetaban las primeras balsas. En las zonas lacustres de Suiza y Dinamarca hay vestigios de las primeras redes de pesca con cuerdas de nudos.

El nudo es uno de los primeros principios científicos que el hombre entendió, pues un buen nudo es eficaz si soporta la fricción: a mayor carga, mayor es la fricción, por lo que entendió que en base a nudos se pudieron construir los primeros puentes colgantes, por lo que la ingeniería tiene sus orígenes basados en el nudo. En la construcción de las pirámides se usaron cuerdas con nudos y por ello el oficio de anudador fue de los mejores pagados en Babilonia, cuando se construyó la Torre de Babel. Las distancias eran medidas en nudos equidistantes en las cuerdas. Lo mismo la velocidad de las embarcaciones que desde el siglo VI adC se usaban y aún sigue midiéndose en nudos de avance en un determinado tiempo. Sin embargo, el nudo tiene igual de importancia en el mundo de los símbolos y de la nigromancia. La expresión de la piedad es representada con las palmas de las manos unidas o entrelazadas, que viene siendo un recuerdo del sometimiento del hombre a una fuerza superior. Los sacerdotes de Babilonia sellaban los labios de una persona anudando un cordel en un acto de magia simpática, digamos. En Egipto, la cruz ansata o ankh, es un nudo que ata el mal y libera el bien.

El nudo gordiano –derivado de Gordion, capital de Frigia-, de donde era el legendario rey Midas. En el templo de Zeus de esa ciudad estaba el famoso nudo que era casi imposible de desatar pues sus cabos no se veían. Hasta que Alejandro Magno tomó la espada y cortó de un tajo la cuerda. Los nudos de amor son antiquísimos, hasta la fecha quienes se aman hacen un nudo o compromiso de amor, y de ahí parece que viene la costumbre del abrazo en todas las culturas. El nudo es signo de fidelidad; los frailes llevan un cordón anudado con tres nudos gruesos que representan los votos hechos a Dios: de pobreza, obediencia y castidad. La palabra religión significa atadura entre el hombre y Dios mediante el nudo de la promesa. Los pueblos semíticos combatían el mal de ojo con nudos en el vestido, y aún hoy los judíos norteamericanos anudan en la muñeca un lazo rojo a modo de amuleto. Mi abuela Chepita nos lo hacía cuando éramos niños a mí y a mis hermanos, nos colocaba un hilo rojo anudado en la muñeca cuando teníamos fiebre. 

Cuando alguien moría se deshacían los nudos del vestido para facilitar que el alma abandonara el cuerpo. Pero en los casamientos era tabú hacer nudos durante la boda, pues volvían estéril a  pareja y por ello se castigaba a quien sorprendieran haciendo un nudo. En Escocia, Marruecos, Grecia y otras partes, desatan todos los nudos de la ropa de los novios. Para aliviar los dolores del parto, las mujeres deshacían sus trenzas. Y con el cordón umbilical un nudo podía estrangular al bebé en la salida. Mahoma fue víctima de la magia de un nudo: enfermó sin que nadie lo pudiera diagnosticar, menos hallar remedio hasta que el arcángel Gabriel le dijo que un enemigo poderoso le había embrujado haciendo nueve nudos en una cuerda que después arrojó a un pozo. Mahoma envió a su sirviente a buscar esa cuerda y fue hasta que la encontró, que desató los nudos y rezando nueve versos mágicos se curó. Una de las acusaciones más frecuentes en los juicios de brujería, era la habilidad de la acusada en hacer nudos, eso bastaba como prueba ante un tribunal en época de caza de brujas. En Burdeos, en 1718, quemaron a una persona acusada de haber causado daño a otra mediante nudos. Empero, en Noruega, la pareja que decidía no tener más hijos llamaba Nudo al último: Knut es nudo, y suele ser el nombre del benjamín de esa casa. En Roma clásica, nueve nudos en un retal de lana aplicado a un miembro dolorido lo aliviaba sobre todo si era torcedura, cuenta Plinio. Los nudos eran eficaces contra las verrugas, haciendo tantos nudos como verrugas tuviera el interesado, desaparecían si se enterraba en secreto el cordel anudado. Entre los Masai, aún el padre hace un nudo en el pelo propio por cada hijo que va a la guerra. Los zulúes hacen un nudo en la cola de cada animal que cazan para que su carne no les enferme. Los cazadores rusos hacen un nudo en la ropa del hijo para librarlos de las acechanzas. En Europa –donde hay cultura- sigue viva la superstición del nudo: En Escocia los enfermos ruegan al diablo que deshaga el nudo de su enfermedad. El nudo igual puede proteger la vida. Del latín nodus que significa vínculo, dificultad, intriga, de uso en castellano no muy lejano del siglo XIII, coexiste hasta nuestro tiempo la variante ñudo que es ligadura.  Actualmente en nuestra cultura es común que la gente haga “changuitos” que es un nudo con dos dedos para desear buena suerte. En fin, que el nudo tiene una gran historia.