Pese a que no hace mucho el diputado Marco González inauguró una sala de prensa VIP, las computadoras siguen siendo insuficientes, pues de repente se incrementó el número de reporteras y reporteros que no cubren la fuente del Congreso, con la consecuencia de que los que sí cubren, tienen que hacer fila.
A parte, hay reporteros y reporteras que se van a comer cómodamente y creen que con dejar su mochila y celulares nadie les va a ganar el lugar aunque tengan ociosa la computadora. Eso tiene molestos a más de cuatro comunicadores. Aparte hay reporteras que llevan a sus novios a platicar boberías, en perjuicio de quienes redactan sus notas.