Con la gran mayoría de estrenos retrasados, y el miedo a iniciar nuevos rodajes, se esperaba desde hace tiempo una oleada de despidos en el sector del cine. No resulta extraño que WarnerMedia vaya a prescindir de ochocientos empleados, de Warner Bros. y HBO, como parte de una amplia reestructuración, que lleva a cabo el ejecutivo Jason Kilar. La medida afectará a más de seiscientos de la primera, y a unos 175 de la plataforma de 'streaming' y canal de televisión por cable. Para empezar, la empresa se desprende de ejecutivos, como Robert Greenblatt y Kevin Reilly, responsables de la recién lanzada HBO Max. En su lugar, la propia Ann Sarnoff, presidenta y directora ejecutiva de Warner Bros. desde 2019, se ocupará de gestionar la programación y dar luz verde a nuevos proyectos.

Otras grandes empresas han comenzado a desprenderse de personal. NBCUniversal, el gigante de los medios de comunicación propiedad de Comcast, ha realizado reducciones de personal en los últimos días. Esa empresa ha luchado con los vientos en contra económicos provocados por el cierre de parques temáticos, los límites en la producción de contenido y la desaceleración de la publicidad. Por desgracia, se prevé que esto sólo sea el comienzo.