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Una cata de ‘mota’ para difundir la cultura canábica

 

 

En la Ciudad de México se multiplican los espacios que defienden el uso lúdico de la marihuana mientras se debate el camino hacia su legalización. Por ello, Notimex te lleva a una “cata de mota”, en el corazón de la capital.

Tres años han pasado desde que estos cultivadores principiantes lograron su primera cosecha de marihuana, en el vestíbulo de su casa, en la Ciudad de México. Lo que empezó como una manera de conseguir marihuana de forma segura, se convirtió en una pasión para estos cultivadores.

En México, la comercialización de la marihuana está prohibida, a pesar de que se permite un porte legal de hasta cinco gramos. Estos jóvenes aprendieron a cultivarla, cosecharla y a ofertarla mediante una cata de “mota”.

¿Cómo es una cata de marihuana?

Los amigos fueron llegando a la casa hasta que se conformó un grupo de diez personas. Los cultivadores tenían cuatro variedades distintas de la planta, grandaddy purple cush, lemon garlic og, pineapple express y casey jones. Cada una tiene una combinación distinta de los tipos de marihuana sativa o índica, así como un porcentaje de THC, que es la sustancia psicoactiva que contienen.

El primer paso de la cata es oler la flor molida. Se van pasando de mano en mano un grinder, un molinillo circular en el que se tritura la marihuana. Por otro lado, circulan una flor y una lupa, con la cual puede observarse los tricomas, es decir las glándulas de resina en la “piel” de la planta donde se concentran los canabinoides.

Los cultivadores prefieren consumir la marihuana en vaporizadores, para evitar que la combustión de un cigarrillo contamine el sabor y afecte la salud.

“Con los vaporizadores no hay combustión, por lo que no hay dióxido de carbono en el proceso”, explicó uno de ellos. Dijo también que, aunque la falta de combustión retarda el efecto psicoactivo, es para él una experiencia de mayor calidad.

La discusión actual

La cosecha casera de marihuana se multiplicó en México casi al mismo tiempo que una resolución de la Suprema Corte de Justicia, en noviembre de 2015, otorgó un amparo a cuatro miembros de la Sociedad Mexicana de Autoconsumo Responsable y Tolerante (SMART), porque consideró inconstitucional que exista una prohibición total de consumir marihuana en el país.

Los integrantes de la Smart acudieron a la Suprema Corte de Justicia porque la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) les negó una solicitud para usar marihuana con fines recreativos. Los consumidores lúdicos obtuvieron un fallo a favor y desde entonces otras personas han solicitado el mismo permiso a Cofepris para después impugnar la negativa en la Suprema Corte y obtener su permiso.

Como respuesta, desde hace meses la Cofepris dejó de responder las solicitudes, deteniendo con ello el proceso.

“Han puesto trancas a los pedidos de uso lúdico ante Cofepris, que permite tramitar el amparo para cosechar, sembrar y transportar cannabis para uso lúdico y personal”, explicó uno de los cultivadores.

El reclamo público de libre consumo de marihuana en México se ha traducido en marchas multitudinarias, así como en la apertura pública de clubes canábicos o tiendas dedicadas a la venta de insumos para el cultivo casero.

“Te vas adentrando en el tema y si te gusta fumar, encuentras una planta cuidada y curada como debe ser. A mí me gusta tener un producto cosechado con mis propias manos y, al fumarla, saber que ha sido producto de mi esfuerzo”, concluyó uno de los cultivadores.