19/Apr/2024
Editoriales

La Cultura General.- II

En mi artí­culo anterior revisamos las problemáticas principales de nuestro tiempo, que son: Las diferencias entre paí­ses pobres y ricos que se han hecho más notorias con la globalización; los problemas estructurales del capitalismo liberal y los daños al ecosistema planetario por la desenfrenada explotación de los recursos naturales. Terminamos recomendando, como primer paso hacia el entendimiento y luego la solución de estos problemas, un aumento generalizado de lo que llamamos "cultura general", la cual nos comprometimos a tratar de ver en este artí­culo de qué se trata.

La respuesta es sencilla y de aplicación en todo el mundo, pues básicamente se integra con la misma necesidad insoslayable que tenemos todos los seres humanos, desde que nuestros ancestros ascendieron a la plena conciencia hará unos 70,000 años: Consiste en conocer y dejar asentado, ya sea en mitos primitivos memorizables, en libros sagrados o en tratados cientí­ficos la explicación de los fenómenos cósmicos, meteorológicos, biológicos y sociales.

En la actualidad ¿En qué debe consistir esta "cultura general"? Pues para entender los primeros tres grupos de fenómenos se requiere un conocimiento lo suficientemente claro para hacerlos entendibles, aunque sin entrar al nivel profesional especializado, de las ciencias que llamamos astronomí­a, geologí­a, geografí­a y la evolución biológica de las plantas, los animales y el hombre. Los fenómenos sociales los debemos estudiar más ampliamente, por lo que además de lo que llamamos prehistoria, historia universal e historia patria, debemos estudiar la filosofí­a, que es el ir hasta el fondo de todas las cosas, conceptos y asuntos y que se puede dividir en la historia misma del pensamiento, por ejemplo la historia de las doctrinas polí­ticas y religiosas, más la lógica y la ética. La necesidad de hacer uso de la lógica es imprescindible, así­ es que aunque no se estudie su teorí­a es tan necesario el aplicarla, como lo son las matemáticas y la fí­sica.

Por lo que se refiere a la ética, que es el estudio de la moral, a veces se confunde con los estudios religiosos, que desde luego la incluyen, pero desde el punto de vista evolutivo podemos decir que la moralidad es la bandera de nuestra especie ante todos los demás animales, porque es lo que nos permitió superarlos desde hace unos dos y medio millones de años, y que desde esos lejaní­simos tiempos puede definirse como "aquella disciplina social que mejor asegure la supervivencia del grupo y el desarrollo de sus individuos integrantes". Nacemos ya con ciertas bases mentales de esta normatividad, las cuales deben desarrollarse con la educación familiar, escolar y comunitaria.

A partir del ascenso a la plena conciencia de nuestros ancestros y de su simultánea adopción de creencias sobrenaturales para explicarse los fenómenos del mundo y su relación con ellos, la moralidad pasó a formar parte de la religión de cada grupo, y cuando ascendieron a la agricultura y luego a la civilización, sus tradiciones polí­ticas y religiosas se fueron extendiendo a grupos cada vez más grandes, hasta que ahora debemos extender la moralidad a que abarque a toda la humanidad, cosa difí­cil de lograr, porque el darle esa enorme extensión no es instintiva en nosotros, por lo que en ese cometido tenemos que seguir los dictados de nuestra razón, guiada precisamente por nuestra "cultura general".

Así­ que para entender y luego poder avanzar en resolver los problemas generales de nuestro tiempo, debemos pugnar por generalizar el estudio de la cultura general en todos los niveles escolares y profesionales, pues necesitamos tanto el conocimiento que ello aporta, como la aceptación de la obligación que tenemos de comportarnos moralmente hacia todos nuestros semejantes.

Atte.- JVG.- 05-02-16