Marzo 20 de 1908: recita el escritor regiomontano Alfonso Reyes Ochoa en el salón Wagner de Monterrey, su ‘Oración Pastoral’ en una singular actuación anunciada para antes del concierto de los músicos Daniel Zambrano y Max Hernández, quienes acompañarían a la señorita Isabel Centeno. La Ciudad estaba a la expectativa de lo que sucedería en ese salón social. Reyes era apenas un joven de 19 años de tupida cabellera y ancho bigote que, cinco años más tarde se recibiría de abogado en la Escuela Nacional de Jurisprudencia, misma que, posteriormente sería la Facultad de Derecho, en la Ciudad de México. En ese momento Reyes era feliz porque sus estudios iban viento en popa, su padre era el gobernador de Nuevo León, y ya planeaba fundar el Ateneo de la Juventud, junto con José Vasconcelos, Antonio Caso, Pedro Enríquez y otros talentosos jóvenes se reunían para intercambiar ideas y normar criterios. La obra poética de Alfonso Reyes fue editada por el Fondo de Cultura Económica en 1952, así como Obras completas, Cuestiones estéticas, Capítulos de literatura mexicana, en 1955, como preparativo para que el año siguiente, el mismo Fondo publicara Visión de Anáhuac; las Vísperas de España y Calendario. Posteriormente vinieron Historia de un siglo, las mesas de plomo, Capítulos de literatura española en dos series. De allí en adelante el Fondo de Cultura publicaba todo lo que el regiomontano universal le enviaba por correo, y que reunida es una obra increíblemente valiosa y que le dio un prestigio perenne.