29/Apr/2024
Editoriales

¿Conoce usted a un Rasputín?

En todos los ámbitos hay personas que influyen en otras porque los influidos son débiles, más que por la capacidad de los influyentes.

Y cuando coinciden en un caso las dos personalidades, es decir, un influyente capaz y un influenciado débil e incapaz, el resultado es una manipulación absoluta.

Todos conocemos personas influenciables y personajes que hacen lo necesario para influirlas, sobre todo si tienen poder económico o político.

El caso del influyente más famoso es el de Grigoriy Efimovich, Rasputín (1871-1916) quien era un campesino y místico ruso, sedicente “stranik”, u hombre santo.

Nacido en Pokrovskoye, provincia de Tobolsok, Rasputín salió en 1904 de su pueblo a conquistar el mundo llegando a San Peterburgo, ciudad en la que se dedicó a la religión. 

Su fuerte personalidad e impactante físico -medía 1.93 metros y su cuerpo era musculoso, de modales toscos, mirada excepcionalmente penetrante y dueño de un carisma profundo- le volvió famoso en un dos por tres. 

Con habilidad se introdujo entre la nobleza cercana a Alejandro III, zar de Rusia, hasta que lo presentaron ante la emperatriz o zarina Alejandra, quien buscaba con desesperación a alguien que hiciera algo por su hijo Alexei Romanov, príncipe heredero quien sufría de hemofilia.

Entrevistando al niño se lo ganó, y a partir de entonces el mundo cambió para Rasputín. Su sola presencia calmaba la angustia del príncipe heredero hemofílico. 

Su maestría en el trato al niño le permitió ejercer una influencia casi magnética sobre la emperatriz Alejandra, y por conducto de ella, sobre su esposo, el zar de todas las rusias, y en consecuencia, sobre toda la familia Romanov. 

Su influencia fue in crecendo al grado que impactó negativamente entre los nobles que, encabezados por el gran duque Diimitri Paulovich, y el príncipe Yusupov, terminaron por asesinarlo, pues ya era insoportable su manejo displicente y arrogante, amén de que su fama de galán le acarreaba enemigos a granel. 

La muerte de Rasputín ha sido motivo de estudios y debates entre los historiadores, pues ello derivó en cambios políticos que detonaron la revolución que derrocó al sistema de gobierno y asesinó a toda la familia real de Romanov.