03/May/2024
Editoriales

La solución de todos nuestros problemas

Don Panchito Garza visitaba en uno de sus tantos viajes, una lejana nación en donde se sorprendió de que toda la gente comiera, bailara y bebiera alegremente.

 _¡Qué maravilla de nación! dijo don Panchito, en la mía el pueblo padece de grandes calamidades, como inseguridad, falta de medicamentos, y batalla para sobrevivir por la inflación económica, aunque desde luego el gobierno dice que no, que las encuestas indican que nuestro pueblo está feliz, feliz, feliz, cuando la realidad es otra, muy diferente.

 _Bueno, contestó un poco apenado su guía turístico; ciertamente aquí sucede más o menos lo mismo, sin embargo, como hoy es día de fiesta, todos celebramos en paz y degustamos las mieles de nuestra ancestral cultura sibarita. 

 Esta tradición anual es apoyada por el gobierno. Sabe que si quiere tenernos tranquilos durante todo el año, en este día todo debe ser alegría, así que desde antes negocia con los delincuentes el establecimiento de una tregua.

 Las instituciones públicas de salud atienden eficientemente a todos los enfermos, los inspectores gubernamentales suspenden sus extorsiones, limita las emisiones industriales contaminantes del aire, y el transporte público ofrece excelente servicio gratuito.

  Por su parte, cada familia se prepara para este festejo, y a eso se debe este ambiente de real felicidad.

  Don Panchito, dueño de una inteligencia innata, se quedó pensativo tratando de encontrar la aplicación de ese principio en su país. 

 En breve dijo con su acostumbrado tono doctoral:

 

 _En nuestro país se debe decretar que todos los días haya campañas políticas, pues cuando las hay, se provoca un ambiente festivo, sobran las promesas, los juramentos, la música, comida y regalos para todos.