Nacional

"El Chapo" lee superación personal en prisión

CIUDAD DE MEXICO - El mayor lí­der narcotraficante mexicano ha pasado de la lectura de un clásico a un tomo de superación personal.

Joaquí­n "El Chapo" Guzmán enfrenta su proceso de extradición a Estados Unidos desde una prisión de máxima seguridad en donde está leyendo un texto para ser mejor persona y come una vez que un perro ha probado los alimentos para garantizar que estén en buen estado.

Guzmán, capturado por tercera ocasión a principios de año, se encuentra bajo una vigilancia más estricta que incluye también guardias permanentes afuera de su celda y una limitación en las visitas de sus abogados y familiares, y aunque tampoco puede ver televisión o escuchar radio, sí­ tiene la posibilidad de leer.

Dos funcionarios federales con conocimiento directo sobre las condiciones en que está recluido el capo dijeron a The Associated Press que cuando fue recluido de nuevo al penal del Altiplano las autoridades le dieron el libro "Don Quijote de la Mancha", el cual ya terminó, y ahora tiene en sus manos "Una vida con propósito", un texto de superación personal del pastor evangélico Rick Warren.

Los funcionarios hablaron bajo condición de anonimato por polí­ticas de seguridad que les impiden dar detalles del caso.

El libro de Warren, que le fue entregado por las autoridades penitenciarias, busca dar una respuesta desde la superación personal a encontrarle sentido a su vida. "Esto es más que un libro; es la guí­a de una jornada espiritual de 40 dí­as que le ayudará a descubrir la respuesta a la pregunta más básica de la vida: ¿Para qué estoy aquí­ en la Tierra?", refiere el texto al inicio.

Los funcionarios comentaron que, 15 minutos antes de que "El Chapo" reciba sus alimentos, un perro prueba una pequeña porción.

Considerado el lí­der del cartel de Sinaloa, Guzmán es uno de los capos más escurridizos que, tras ser sometido a mayores condiciones de vigilancia en la cárcel, denunció, junto con sus abogados e incluso su pareja sentimental, que no lo dejan dormir y que incluso han puesto en riesgo su salud.

Las autoridades han rechazado que lo estén maltratando y han dicho que todo es parte de un nuevo protocolo puesto en marcha para evitar una nueva fuga de un capo que ha logrado escaparse en dos ocasiones de penales de máxima seguridad, la última a través de un túnel que llegó hasta la regadera de su celda.

El gobierno federal sostiene que los cómplices de "El Chapo" tienen en marcha una estrategia para intentar que se disminuya la vigilancia a la que es sometido en el penal del Altiplano, el mismo del que se fugó y que luego sufrió modificaciones para evitar un nuevo escape, como refuerzos en los pisos y cambios en las cámaras de seguridad.

Los funcionarios dijeron que, al contrario de que dicen los abogados y familiares, Guzmán duerme con regularidad, aunque es observado constantemente por dos guardias que están afuera de su celda las 24 horas del dí­a.

Aseguraron que Guzmán pesa 76 kilos, medio kilogramo más que cuando llegó, y que su presión arterial se ha reducido desde su detención.

Los pisos de la prisión fueron reforzados con 40 centí­metros de concreto y el túnel de 1,5 kilómetros por el que se escapó fue bloqueado y en algunas partes le introdujeron concreto y acero para hacerlo intransitable.

Antes de su escape, comentaron, a Guzmán se le permití­a tener visitas conyugales cada nueve dí­as y disponer de viagra.

Desde su última captura el 8 de enero no recibe viagra, y en los 69 dí­as que ha estado en prisión tampoco ha tenido visitas conyugales. De hecho, apenas solicitó permiso para ese tipo de visitas esta semana, comentaron.

"El Chapo" no tiene permitido tener contacto con otros presos, ni con los guardias, porque antes de sus dos fugas anteriores ha utilizado ese tipo de contactos a su favor, dijeron los funcionarios.

Refirieron que en su primera fuga en 2001, por ejemplo, Guzmán se ganó la confianza de uno de los guardias dándole 20 pesos (unos dos dólares en aquel momento) para comprar un refresco.

Luego de fugarse, "El Chapo" huyó hacia una zona serrana del noroeste de México, donde en octubre sostuvo un encuentro con la actriz mexicana Kate del Castillo y el actor estadounidense Sean Penn, un evento que las autoridades han dicho les ayudó a ubicarlo con precisión en aquel momento.

La actriz ha dicho que el encuentro formó parte de un proyecto para hacer una pelí­cula sobre la vida del capo. Del Castillo dijo en una entrevista con la cadena estadounidense ABC que es posible que Guzmán se haya enamorado de ella o de uno de sus personajes, Teresa Mendoza, una narcotraficante en la serie televisiva "La Reina del Sur".

"Creo que nunca estuvo interesado en la pelí­cula", dijo en la entrevista divulgada el viernes.

Luego del encuentro, la prensa mexicana divulgó una serie de mensajes de texto entre Guzmán y Del Castillo en los que se sugiere que sus conversaciones eran monitoreadas.

Del Castillo aseguró que no sabí­a que era vigilada. "No, para ser honesta no pensé en eso", dijo. "Pensé que él (Guzmán) sabí­a lo que estaba haciendo mensajeando".