19/Apr/2024
Editoriales

Prepararnos para Negociar Bien

Ahora que Ed Cruz renunció a seguir peleando por la candidatura del Partido Republicano, al perder contundentemente en Indiana, parece que le deja el paso franco al magnate e improvisado polí­tico Donald Trump, por lo que debemos irnos preparando para la posibilidad de que resulte electo Presidente. Aún si pierde, levantará tal polvareda en asuntos importantí­simos para México, como el libre comercio y la migración, que su adversario del Partido Demócrata tendrá que tomar una posición "dura" sobre dichos asuntos, para no ser acusado o acusada de débil.

Desde 1803, con la cesión, por parte de la Francia Napoleónica, de la Gran Pradera Americana, entre el Rí­o Mississippi y los Montes Rocallosos, los EUA se convirtieron en vecinos territoriales del entonces Virreinato de la Nueva España, por lo que llevamos 213 años de vecindad territorial, punteados por una sublevación en 1836, una Guerra de 1845 a 1848, y dos intervenciones militares en 1914 y 1916.

Hoy en dí­a son tales las circunstancias mundiales que es impensable un conflicto militar a fondo, pero muy posible que los EUA tomen medidas" protectoras" en asuntos de libre comercio y restrictivas en cuanto a migración, ambas muy importantes para el futuro bienestar de México, por lo que debemos prepararnos para las negociaciones que enfrentarán a ambos paí­ses ¿Qué curso debemos seguir?

En primer lugar no olvidar que, con todos los defectos que pueda tener la sociedad norteamericana y tan grande como pueda ser su frustración actual, por el asunto de pérdidas de empleos y otros concomitantes, se trata de una sociedad "avanzada" del Primer Mundo, siempre abierta a razones y muy poco probable que permitan a sus gobernantes cometer claras injusticias: Pero la justicia la tienen que visualizar con su óptica, no según la nuestra: Por ejemplo, la mayorí­a cree que los tejanos se sublevaron en 1836 por reiteradas faltas de respeto a sus libertades individuales y colectivas por parte del Gobierno Centralista (Cosa que, entre paréntesis, también hizo Zacatecas al mismo tiempo, por lo que al ser luego sometida, se la castigó quitándole Aguascalientes). Sienten que la negativa de México durante 9 años de reconocer la independencia de Texas, la cual podí­a haber formado un "estado colchón" que quizás hubiera impedido la pérdida de Nuevo México y de California, fue lo que los forzó a solicitar la anexión, la cual ocasionó la Guerra.

Volviendo al presente, para que el gran público americano acepte nuestros argumentos en los escabrosos problemas que están aflorando, lo primero que debemos asegurarnos es que crean que nuestros gobernantes verdaderamente están transmitiendo la voluntad del pueblo mexicano ¿Podrán creer eso de un Presidente que ordena la investigación de sus corruptelas a un subordinado y que oculta tenazmente la verdad sobre el Caso Ayotzinapa? ¿Qué pensarán de nosotros, los ciudadanos de los Estados de Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, cuyos gobernadores saquean los erarios a su cargo, invierten sus despojos en Texas por medio de "lavadores" y aquí­ gozan de plena impunidad (Excepto por la denuncia recién presentada por dos valientes congresistas locales)? ¿O de la mayorí­a de los demás congresistas que tuvieron el descaro de "castigar" al Presidente de la Suprema Corte del Estado por haberse atrevido a ordenar una auditorí­a para investigar los desfalcos de sus dos colegas "partidistas"?

Así­ que creo que el duro, pero seguro y correcto camino, está claro: Lavarnos la cara y las manos públicas, para que unos legí­timos representantes nuestros puedan enfrentar, con dignidad y valentí­a, las difí­ciles negociaciones que muy probablemente nos esperen, con nuestros bicentenarios Vecinos del Norte.

Atte.- JVG.- 04-05-16