29/Mar/2024
Editoriales

Las Plazas de Monterrey. Plaza del Colegio Civil, tercera y última parte

 

 

La instalación en 1896 de una fuente en la Plaza del Colegio Civil, y la llegada del monumento geográfico “El Dios Bola” en 1910 transformaron su fisonomía. Los estudiantes desarrollaban en ella todo tipo de actividades colectivas y los vecinos del sector la disfrutaban de noche con eventos culturales y de esparcimiento que organizaba el Gobierno.

El alegre ambiente estudiantil contagió a algunos propietarios de los predios vecinos a la Plaza del Colegio Civil. Así, en la segunda década del siglo XX se instaló en la acera norte el Colegio Excélsior exclusivo para damas, en un bonito edificio de ladrillo rojo con forma de castillo, por la calle de Washington número 107 poniente, donado a la Congregación de Monjas Salesianas por Don Pedro Tijerina Pérez. Esto incrementó el número de estudiantes que transitaban por la plaza. 

 

Se transforma la zona de la Plaza del Colegio Civil

Con el creciente flujo peatonal llegaron vendedores de tortas, bebidas y golosinas para los jóvenes entre semana, y al público en general durante sábados y domingos. En 1917 nacieron las Farmacias Benavides y en contra esquina de la plaza se instaló la mejor, en el costado sureste de Juárez y 5 de Mayo. En 1920 hizo lo propio la Farmacia El Fénix, en la esquina noreste de Juárez y Washington. A estos negocios iban no sólo estudiantes, sino muchos regiomontanos a comprar medicinas y convivir en la cafetería de la Farmacia Benavides.

Algunos vecinos se oponían al cambio de uso del suelo, pero al no existir legislación que regulara el crecimiento urbano, se instalaron negocios que convirtieron en comercial a la zona de la Plaza del Colegio Civil. 

Abrió la Librería del Maestro, propiedad del prestigiado educador Timoteo L. Hernández, al lado poniente del Excélsior y, enseguida, la Peluquería Mares. Rumbo al oriente, enseguida del mencionado colegio, abrió la Nevería Acapulco, lugar donde se reunían “bolitas” de estudiantes que iban a escuchar música de una rocola, y desde luego a ver de cerca a las jóvenes estudiantes de uniformes color azul con tres botones blancos, que se educaban en la estricta disciplina de las monjas salesianas. Luego abrió la Librería México, por 5 de Mayo, junto a la Farmacia Benavides, y después la estación de radio XEFB, que estrenó el primer micrófono ambiental de Monterrey. 

En la esquina noreste del Edificio del Colegio Civil estuvo hasta 1960, la Facultad de Ingeniería Civil, famosa por la reciedumbre de sus estudiantes, que se divertían con las novatadas y asustaban a las jovencitas del Excélsior con víboras, tarántulas y otras “inofensivas” alimañas. Por la calle 5 de Mayo había casas particulares, pero luego se instalaron misceláneas y papelerías que vendían insumos de ingeniería, como papel cuadrícula, reglas de cálculo y revelaban fotografías. 

 

“Bolas, don Cuco”

Por Juárez, en la acera poniente, abrió el salón de billares Nuevo León, donde hubo cualquier cantidad de anécdotas, acuñándose la frase de “bolas don Cuco” para iniciar un juego de billar, que terminó siendo en el argot estudiantil un calificativo de asombro. Enseguida del Cine Juárez –que tenía la pantalla más grande de Monterrey- estaba al norte un negocio de fotografía, y al sur un restaurante. El auge comercial llevó en 1925 a que pasaran por Juárez las primeras rutas de autobuses urbanos, y hasta la actualidad sigue siendo la avenida con mayor tránsito de camiones urbanos de pasajeros en todo el estado.

 

Eventos populares de beneficencia en la Plaza del Colegio Civil

Así, las condiciones estaban dadas para que, con tan importante flujo de personas y con el mejor servicio de transporte público, la Plaza del Colegio Civil se convirtiera en sede de eventos populares de beneficencia con el permiso del Cabildo de la ciudad. 

 

“Sesión ordinaria (…) 15 de Noviembre de 1927(…) y por cuanto a la comunicación de la Sociedad de Mecánicos y Ayudantes Ferrocarrileros quienes solicitan permiso para celebrar una Kermesse el día 26 en la Plaza del Colegio Civil propone la Comisión Junta de Mejoras que tomando en cuenta la finalidad que persiguen se acceda a tal solicitud, prestándoles las facilidades que sean necesarias. - Aprobado”.

 

Le da el Cabildo mantenimiento a la Plaza del Colegio Civil

Pero el uso intensivo de las instalaciones de la Plaza del Colegio Civil provocó un evidente deterioro. Y como no había sido remodelada desde los tiempos de Don Bernardo Reyes, el Cabildo tomó medidas en el año de 1928 entubando el cableado eléctrico de las luminarias dentro de unos conductos subterráneos, y se les dio mantenimiento a las bancas que en su mayoría estaban dañadas.

 

“Sesión ordinaria (…) 21 de Agosto de 1928. Bajo la Presidencia del C. Jesús M. Salinas Jr(…) el C. Regidor Cavazos manifiesta que hay muchas bancas en mal estado y que dan mal aspecto, siendo necesario se proceda desde luego a su recompostura, sugiriendo en tales condiciones la Presidencia que el C. Comisionado del Ramo Señor Carlos Treviño se servir ponerse de acuerdo con el Señor Cavazos, a fin de corregir (…) lo que pudiera observarse en la Plaza del Colegio Civil en donde se inauguraría el servicio subterráneo de alumbrado público”.

 

Hereda Plaza del Colegio Civil, bancas de la Plaza Zaragoza

Al año siguiente, en 1929, coincidió que en la Plaza Zaragoza se instalaron nuevas bancas, por lo tanto, las usadas se destinaron a la Plaza del Colegio Civil y finalmente las que estaban allí se instalaron en la Plaza de la Colonia Primero de Mayo.

 

“(…) 1o. de Septiembre de 1929.- Bajo la Presidencia del C. Licenciado Antonio García González (…) Comunicaciones.- De la Junta de Mejoras Materiales de la Colonia Primero de Mayo, solicitando del C. Presidente Municipal su cooperación para obtener a la mayor brevedad posible las bancas y arbotantes que han solicitado con anterioridad.- (…) las bancas de la Plaza de Zaragoza seran instaladas en la Plaza del Colegio Civil y después que se quiten aquellas, se obsequiar la solicitud en los términos ofrecidos es decir, en proporción a las solicitudes que hay pendientes sobre el particular.”

 

La Plaza de la Colonia Primero de Mayo

Abriremos paréntesis para narrar la historia de la Plaza de la Colonia Primero de Mayo que se ubicaba en la pequeña manzana triangular formada por las calles Luis G. Urbina, Manuel Doblado, y 2ª de Vidriera. Esta pequeña plaza apareció junto con la colonia de ese nombre a principios del Siglo XX, y era apenas un área de juego para los niños del barrio. En el año de 1929 se instaló una placa del Ayuntamiento.

“(…) El día 6 de Agosto de 1929.- Bajo la Presidencia del C. Licenciado Antonio García González (…) De la Junta de Mejoras Materiales de la Colonia Primero de Mayo, mostrando su agradecimiento hacía el C. Presidente Municipal y Regidores (…) con motivo del descubrimiento de las placas que dan nombre a la Plaza y algunas calles de dicha Colonia é informando a la vez de una manera circunstanciada las mejoras llevadas a cabo (…): así como las personas que han cooperado con esa Junta. Al Archivo.”

Hoy, la Plaza de la colonia Primero de Mayo está muy disminuida contando sólo con 143 metros cuadrados en los que hay algunos puestos de tacos. Se cierra el paréntesis.

 

Los taxis procuraban estar en la Plaza del Colegio Civil

En 1933 se instaló en la orilla oriente de la Plaza del Colegio Civil otro sitio de taxis, además del ya existente que estaba entre el cine Juárez y la Librería México.

“Acta (…) 31 de Octubre de 1933.- Presidencia del (…) Nicandro L. Gámez Ciudadano Comisionado de Tránsito, (…) el señor Fernando Castañeda, quién solicita permiso para establecer un Sitio de Automóviles en el lado Oriente de la Plaza del Colegio Civil, en el sentido de que es de concederse el permiso que solicita, debiendo cubrir a la Tesorería Municipal la cantidad de $ 15.00 mensuales, teniendo derecho a estacionar en dicho Sitio hasta cinco Automóviles.- Aprobado.-“

 

Llega la educación socialista acompañada de problemas

Por lo general, los centros estudiantiles son lugares donde se generan nuevas ideas, se expresan y en donde se realizan protestas. Sin embargo, la llegada de la educación socialista promovida desde el centro del país por el presidente Lázaro Cárdenas, propició en septiembre de 1934, que en la Plaza del Colegio Civil hubiera manifestaciones en su contra. Se dio un enfrentamiento entre los grupos conflictuados, y fueron acribillados Benjamín Ibarra y Modesto López, supuestamente por ser “comunistas radicales”.

 

Inicia la Preparatoria Número Uno

El tiempo sepultó ese crimen cuando en 1937, comenzó a operar en el edificio del Colegio Civil la histórica Preparatoria Número Uno. Esto trajo nueva alegría a “nuestra” plaza, aunque también se incrementaron prácticas mal vistas por la sociedad. Por ejemplo, las “novatadas”, castigos chuscos endilgados a los de reciente ingreso por los alumnos que a su vez habían sido “novateados” por sus antecesores. 

Para 1940 las llamadas “novatadas” ya habían subido de tono por lo que se prohibieron aquellas que implicaran la posibilidad de daño físico, y como era subjetiva su evaluación, las autoridades universitarias removieron la fuente de la plaza que era el teatro preferido a la hora de los crueles “ahogamientos” y ciertos accidentes al ser lanzados al agua los novatos. En vez de la fuente se instaló un basamento con el busto del ingeniero Francisco Beltrán, director del Colegio Civil en 1915.

 

Continúa la tradición de Las Novatadas

Sin embargo, la tradición de las novatadas continuó, pero en vez de realizarse en la desaparecida fuente, se realizaban frente al monumento geográfico instalado por Bernardo Reyes que a partir de ese momento tomó el mote de “Dios Bola”. A sus pies se rapaba a los novatos, se les hincaba y obligaba a recitar una grotesca oración al Dios Bola, acciones consideradas vejatorias.

Siendo rector Luis Eugenio Todd Pérez, en 1979 la plaza se remodeló de nuevo instalándose bancas y alumbrado modernos. A la inauguración asistió el secretario de programación y presupuesto Miguel de la Madrid Hurtado.

 

El Centro Cultural Colegio Civil

Pese a que el Colegio Civil, como institución educativa había desaparecido casi desde 1937 y la preparatoria 1 se había trasladado en 1996 a Apodaca, la plaza conservó el nombre de Colegio Civil, y el edificio es ahora un estupendo Centro Cultural.

 

El estacionamiento subterráneo, y el donativo del predio

En el año de 1992 el Gobierno del Estado, propietario de la Plaza del Colegio Civil inició excavaciones para edificar un estacionamiento que tendría dos niveles subterráneos. Durante su construcción, el gobernador Sócrates Rizzo García gestionó ante el Congreso del Estado la cesión de este predio a la Universidad Autónoma de Nuevo León, que fue autorizada mediante el decreto 259 de la LXVI Legislatura al Congreso del Estado:

“Dec. 259. Se desafecta del Servicio Público inmueble propiedad del Gobierno del Estado, con una Superficie de 5,763.00 M2., ubicado en las Calles de Washington, 5 de Mayo, Juárez y Colegio Civil y se autoriza al Ejecutivo a trasmitirlo en donación a la UANL, para que remodele la plaza conocida como Colegio Civil y construir un estacionamiento subterráneo”.

La Facultad de Arquitectura recomendó añadir un tercer nivel al estacionamiento, pero este tercer nivel sobresalía obstruyendo una parte de la vista del histórico frontispicio al observarlo desde la banqueta de la avenida Juárez, generándose críticas de la comunidad, así como del INAH, y la obra se suspendió.

Dos años después se encontró una solución técnica que dejó satisfechos a todos. En 1997 se terminó la construcción del estacionamiento subterráneo y con sus propios ingresos se pagó la remodelación de la plaza. Su superficie es una plancha de concreto con algunas jardineras que sirven de bancas y una pequeña construcción para las escaleras y el elevador del estacionamiento subterráneo. Los trabajos se terminaron totalmente el 29 de enero de 2003, inaugurándose con el rector Luis Galán Wong. Se removió el busto de Francisco Beltrán y el “Dios Bola”.

 

El regreso triunfal del Dios Bola

Finalmente, en septiembre de 2010, durante la rectoría de Jesús Áncer Rodríguez regresó a su lugar este famoso Dios Bola. La plaza del Colegio Civil es patrimonio de la Universidad Autónoma de Nuevo León, y todos la disfrutamos. Actualmente se ubica en una zona de alta densidad en materia de comercio ambulante. 

Sin embargo, las autoridades universitarias luchan permanentemente por defenderla de esa inercia, pues saben del valor histórico que tiene, aunque por breves temporadas se instalan algunas ferias artesanales. El aspecto moderno de la Plaza del Colegio Civil oculta la metamorfosis centenaria que ha sufrido en paralelo a la de la ciudad de Monterrey. Próximamente: La Plaza de los Enamorados. 

 

FUENTES:

ARCHIVO HISTÓRICO DE MONTERREY, ACTAS DE CABILDO

15 de noviembre de 1927

21 de agosto de 1928

1° de septiembre de 1929

6 de agosto de 1929

31 de octubre de 1933

Revista Vida Universitaria 6 de noviembre de 1957

Memorial Lectura Arquicultural del Edificio del Colegio Civil, Armando V. Flores Salazar UANL p137.

La Universidad de Nuevo León (1933-1943), Revista Humanitas, número 12, 1971 p267