27/Apr/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

Abril 3 de 1864: Instala Benito Juárez su gobierno en Monterrey que se convierte en Capital de la República. El presidente de México llegó a la Ciudad un día después que el general Negrete y las tropas federales que desfilaron por las principales calles. Fue un die festivo; adornos con banderas tricolores y motivos nacionalistas, pues desde el 29 de marzo había salido el gobernador Santiago Vidaurri con mil hombres armados rumbo a Texas, evitando el enfrentamiento con el general Manuel Doblado y otros militares acreditados, que custodiaban al presidente Juárez. Con Vidaurri iba el general Julián Quiroga. Juárez encontró la sociedad regiomontana animosa y con deseos de conocerle personalmente, y desde luego que los nuevoleoneses lo reconocieron como lo que era: el Presidente de la República. Benito Juárez estuvo en la Ciudad hasta el 15 de agosto, pues huía del ejército monárquico integrado por tropas napoleónicas y reforzado con mexicanos conservadores que pretendían instalar definitivamente en el poder a Maximiliano de Habsburgo. Juárez presidía entonces un gobierno itinerante, obligado a salir de la Ciudad de México y cargaba con el archivo de valiosos documentos gubernamentales. "… El ayuntamiento y el vecindario dieron al presidente y sus ministros, en el teatro del Progreso, un baile de obsequio, al que concurrieron todas las familias principales de la ciudad. En resumen, nada ha quedado por desear de cuanto pudiera apetecer el más exigente, como testimonio de satisfacción causada a los habitantes de la capital de Nuevo León por la caída de su tirano", escribió José María Iglesias, ministro juarista en sus crónicas sobre la intervención francesa, en “Revistas históricas”. Juárez desde Monterrey gobernaba el país, instalándose en las oficinas del gobierno del estado, ubicadas en las calles de Morelos y Escobedo, transformadas en la Sede de los Poderes Federales. Juárez dictaba órdenes al Ejército Nacional para cumplir su patriótica misión. Sus comunicaciones con los generales Porfirio Díaz, González Ortega, Mariano Escobedo, Negrete, Treviño, Naranjo, Hinojosa y demás militares que luchaban contra las tropas francesas era frecuente. Por las noches de abril -primer mes caluroso del año- Juárez paseaba en la Plaza Zaragoza, acompañado de sus ministros. Con su clásico atuendo clásico de saco recto, chaleco, y pantalón negro, Juárez conversaba con el doctor José Eleuterio González “Gonzalitos” y otros distinguidos nuevoleoneses, como los miembros del Cabildo de Monterrey, o Manuel Z. Gómez, Vidal de la Garza Mireles, Pedro Elizondo, José María de la Garza, José de Jesús Benítez, Jesús María Benítez y Pinillos, Lázaro Garza Ayala, Juan C. Doria y otros. Doña Margarita, y sus hijas Manuela, Felícitas y María de Jesús Juárez Massa hicieron amistad con las hijas del general Ignacio Comonfort, Clara y Adela, que vivían en Monterrey, así como con otras damas de la sociedad regiomontana. Guillermo Prieto sacó a la luz su periódico “El Cura de Tamajón”, que publicaba en verso noticias y pensamientos de su creatividad poética. Juárez terminó venciendo a Maximiliano, con el apoyo de muchos militares y gente del pueblo, destacando la figura del nuevoleonés Mariano Escobedo quien remató el 15 de mayo de 1867 al imperio acorralado y fusiló a su titular, tres años después de que Monterrey fue capital de la república por más de cuatro meses.