29/Apr/2024
Editoriales

La obesidad es buena en las vacas

En estos tiempos actuales, uno de los grandes problemas de la humanidad no es el hambre, sino todo lo contrario, el sobre peso que lleva rápidamente a la obesidad. Cuando se llega a ese nivel, todo puede complicarse, pues se descontrolan aspectos como los excesos de glucosa en la sangre, colesterol, funciones hepáticas, renales, tiroidales y otros no menos importantes como la hipertensión, conocida como ‘el asesino silencioso’.

Adicionalmente a estos temas que son realmente importantes, la obesidad se acompaña con problemas estéticos, por lo que muchas personas -mujeres y hombres- sufren con el aspecto sicológico que abolla la necesaria vanidad de los seres humanos.

Hay cualquier cantidad de anécdotas que refieren a los esfuerzos y corajes sufridos por la gente obesa cuando se nos dice en plena cara ese defecto.   

Entre muchos cuentos relativos al tema en cuestión, comentaré uno del famoso psiquiatra español que se llamó Juan Antonio Vallejo Nájera, quien era muy ocurrente. Este señor tuvo una paciente que luchaba contra la obesidad, y cierta ocasión le solicitó una cita, se la dio y, ya en la consulta, ella le dijo llorando:

_Doctor, ya no puedo más; o adelgazo o me suicido, pues el colmo de todas mis humillaciones fue que el día de ayer, un tipo me dijo ¡vaca!

El famoso facultativo Vallejo Nájera, comprometido con su paciente, comenzó a tranquilizarla aplicando su amplia experiencia, y en un momento dado, dentro de sus recomendaciones le dijo con toda la seriedad que pudo: 

_ Respetable señora, cálmese, no se preocupe por el dicho de ese sujeto que, a todas luces, quería ofenderla. 

Usted piense en todo lo que le he dicho y finalmente véalo con ojos positivos: 

_Si usted viviera en La India, sería sagrada…