Leí en una Revista Reader’s Digest algunos datos interesantes de los árboles, que son los seres vivos más grandes y longevos de la Tierra.

Sintetizaré el largo artículo en estos datos:

Para conocer la edad de un árbol se recomienda medir la circunferencia de su tronco a un metro y medio arriba del suelo. Y cada 2.5 centímetros de esa circunferencia representa un año de edad. 

Los árboles más viejos son los pinos (pinus longaeva) que crecen en las Rocosas de América del Norte. Algunos de ellos tienen hasta 4 mil 600 años de vida.

El árbol más ancho del mundo es “El Tule” (Taxodium mucronatum) de Oaxaca. Su tronco mide 46 metros de circunferencia, que también ostenta el título de la planta viva más grande de la Tierra. Hubo otro más ancho, pero está muerto: un Castaño Europeo (Castanea sativa), ubicado en el Monte Etna, en Sicilia, cuya circunferencia es de 58 metros.

Hay un árbol que es considerado el ser vivo más pesado: una Secoya gigante (Sequoiadendron giganteum) “General Sherman”, que pesa 2 mil 500 toneladas y su altura es de 84 metros, con una circunferencia de 25 metros. Este árbol crece en el estado de California, USA (antes México).

El árbol vivo más alto es el Árbol Mendocino, que mide 112 metros, es una Secoya de la costa del Pacífico (Sequoia sempervirens), que se encuentra en Montgomery State Reserve, California, USA (antes México).

Hubo otro más alto, de 133 metros registrado en 1832. Era un fresno de las montañas australianas (Eucalyptus regnans), que creció junto al río Watts, en Victoria, Australia.

En cuanto a sus raíces, las Higueras (Ficus spp.) son los árboles de raíces más profundas. Una de ellas, que está en Sudáfrica tiene raíces de 120 metros de profundidad. Como es de suponer, no se puede asegurar que esta Higuera sea la líder del mundo en la materia, pero es la que se ha descubierto hasta ahora.

Siempre se ha dicho que para vivir realmente se debe tener un hijo, escribir un libro y sembrar un árbol. Dichosos los que hemos tenido esas tres oportunidades.