Redacción - The Economist- Por Adams Robert Editor Digital: Hola desde Londres,.- Suspiro de alivio.
Emmanuel Macron está de vuelta para un segundo mandato de cinco años como presidente de Francia . Debe ser bienvenido por dos razones. Ha sido un líder inusualmente bueno para Francia, hasta ahora. Y, por segunda vez, ha impedido que la nociva candidata de extrema derecha, Marine Le Pen, asuma el cargo. El hecho de que no estará al frente de una de las potencias más importantes de Europa (al menos no todavía) es algo para celebrar. Sin embargo, lo que es preocupante es lo cerca que estuvo, llegando nuevamente a la segunda vuelta y esta vez acortando la brecha. ¿Alguien se atrevería a apostar que ella, o quizás su sobrina, no volverán dentro de cinco años?
En cuanto a lo que hará Macron a continuación, su primera tarea electoral es ganar las elecciones parlamentarias de junio, para que su partido pueda formar el próximo gobierno y legislar. Esta tarea probablemente será más difícil de lograr que hace cinco años. Luego debe continuar con más reformas económicas en el país, fomentar una política exterior más fuerte (especialmente presionando a Alemania para que sea más dura contra la agresión rusa) y encontrar formas de reforzar el término medio de la política francesa, por ejemplo, aplacando a los votantes rurales gruñones.
La guerra sin sentido de Rusia en Ucrania continúa en su tercer mes, según se informa con la muerte el pasado fin de semana de dos generales rusos más en el campo de batalla .. ¿Debemos tomarnos en serio al general ruso que habló en los últimos días de extender el conflicto a Moldavia? La guerra podría escalar. Pero el peligro más probable, me parece a mí, es que la lucha se convierta en un asunto terriblemente prolongado, infligiendo un costo humano y económico mucho mayor. Boris Johnson, el primer ministro británico, ha especulado que podría continuar hasta bien entrado el próximo año. La lucha en la región de Donbas, después de todo, ya ha durado unos ocho años.
