25/Apr/2024
Editoriales

La escasez de carbón en la Ciudad de México

La revolución mexicana fue un movimiento armado que generó tantos eventos y consecuencias locales a lo largo y ancho del territorio nacional, que a más de un siglo de haberse iniciado, no se termina aún su análisis particular.

 

La entrada de las tropas convencionistas a la ciudad de México –en diciembre 6 de 1914- abría un nuevo capítulo de esperanzas entre la población debido a que se decía que el presidente de la Convención, Eulalio Gutiérrez, acompañado de sus altos jefes militares, harían lo necesario para mejorar las condiciones de inseguridad y desabasto que se sufría en la Capital de México. 

 

Sin embargo, más pronto que tarde llegó otra desilusión más, pues los problemas de carácter económico y de desabasto continuaron igual. 

 

Debido a la cercanía de la gran urbe con los centros agrícolas, ciertamente no faltaban verduras en los mercados, pero había una fuerte escasez de carbón, producto indispensable para la cocina y para mitigar el frío que por las noches se deja sentir en esa región. 

 

“El problema del carbón continúa sin solucionarse y las familias carecen de tan precioso artículo. El gobierno del Distrito Federal, con el ánimo de que las familias no sean víctimas de usura de los carboneros, ha dado la orden de que se siga acaparando este negro artículo y se expenda en las comisarías o en aquellos lugares apropiados para el efecto”.

 

 

 

Pedro Rico, “Carbón”, El Sol, núm. 129, México, 27 de diciembre de 1914, p. 1.