25/Apr/2024
Editoriales

Junio 18 de 1848: Las tropas del gobierno atacan la fortificación del cerro del Cuarto, además de San Miguel, en el estado de Guanajuato, así como el cerro Tajado y Gritería

 

Junio 18 de 1848: Las tropas del gobierno atacan la fortificación del cerro del Cuarto, además de San Miguel, en el estado de Guanajuato, así como el cerro Tajado y Gritería. El padre Jarauta es apresado y fusilado; el ex presidente conservador y ex gobernador de Jalisco, Mariano Paredes, tuvo que huir. Así que, al día siguiente, el ejército del ex presidente Bustamante, -viejo enemigo de Paredes porque lo había derrocado de la presidencia junto con Santa Anna en 1841-, tomó la ciudad de Guanajuato.

  Ya habíamos comentado que este movimiento o alzada había nacido el 1º de junio anterior, cuando en Lagos de Moreno, Jalisco, Mariano Paredes y el sacerdote Celedonio Domeco de Jarauta, se pronunciaron por la continuación de la guerra contra Estados Unidos, pues la firma del tratado Guadalupe Hidalgo, del 2 de febrero de 1848, consideraban que era una rendición incondicional a ese país y no estaban de acuerdo con él, desconociéndolo. Sin embargo, dos días después (junio 3 de 1848), el general José de Joaquín Herrera asumió la presidencia de México y al concluir la retirada de las tropas invasoras norteamericanas, reinstaló el 12 de junio el gobierno de la ciudad de México. Y en consecuencia, marcharon a Guanajuato los generales José Vicente Miñón y Anastacio Bustamante para sofocar el levantamiento de Paredes.

   Ciertamente el tratado de Guadalupe Hidalgo es un auténtico robo en despoblado, en eso tenían razón Jarauta y Paredes. Pero la triste realidad es que perdimos la guerra, por errores nuestros y por diferencia en las capacidades instaladas de los dos ejércitos, el norteamericano y el mexicano. Estados Unidos nos tenía con la bota en el pescuezo cuando sus tropas mandaban sobre los gobiernos locales y federal, el Congreso estaba sitiado y había gobernadores norteamericanos en algunas partes como en Nuevo León, por ejemplo. Fue un asalto a mano armada mientras nos peleábamos internamente todos contra todos. Ojalá que una vez pasada la elección próxima, que afortunadamente sólo faltan dos semanas, quedemos unidos todos en derredor de México, so pena de que las consecuencias pueden ser mucho peores ahora que en los años 1846, 1847 y 1848.