Editoriales

El arte moderno

 

El arte no tiene una definición que realmente me convenza. Para algunos pensadores es cualquier actividad realizada con fines estéticos; y para otros es la capacidad del hombre para representar sus emociones acerca de sus vivencias.

Y como cada quien determina qué nos hace sentir simbolizadas nuestras pasiones, hay de artes a artes.

En la Niza de 1928 nació un señor que se llamó Yves Klein, hijo de pintores y educado en las actividades tan disímbolas como en la Escuela Nacional de Marina Mercante y la Escuela Nacional de Lenguas Orientales, especializándose en la práctica del judo.

Así creció y una mañana de 1960 encontró una nueva forma de arte, de hecho, era para su gusto, la mayor obra de arte jamás lograda. Era “El símbolo de la estética” y consistió en subirse a la planta superior de su residencia y saltar por la ventana a la calle. 

Su amigo y compañero de aventuras Arman Fernández lo esperaba en la calle ¡para fotografiarlo en su caída!

Y así sucedió, por lo que Klein terminó en el hospital y Arman alcanzó a tomar una fotografía instantánea que daba cuenta del momento histórico para ambos. La fotografía se llama “Salto al vacío” y por un tiempo breve fue considerada un símbolo de la estética del siglo XX, y como la estética es el fin del arte, Klein se sintió más artista que nunca. Yves Klein murió en París a causa de un infarto en 1962, tal vez buscando nuevas expresiones del arte.