Espectáculos

Aborda Cuerpo Etéreo la relación de pareja con sus sabores y conflictos / Video

Monterrey - La relación de pareja, el amor, el desamor, los altibajos, las fricciones, el engaño y la manipulación son temas que explora el destacado coreógrafo regiomontano Jaime Sierra en su obra Dulce refugio, que presentó con éxito el XXXVI Encuentro Metropolitano de Danza Contemporánea en la Gran Sala del Teatro de la Ciudad.

Dulce refugio, llevada a escena por la compañía Cuerpo Etéreo, es una obra inspirada en una serie de cuentos del libro Me perderé contigo, de Rafael Pérez Gay, en el que el escritor hace una alegoría del colectivo imaginario mexicano de los años 60, 70 y 80. 

La obra, estreno en Monterrey, habla también de la cotidianeidad de la vida, el tiempo, la nostalgia, el amor y el desamor. Conjuga, danza, teatro, música y drama.

Está conformada por tres cuadros: La cita eterna, soy un corazón destrozado, Interior de un corazón dentro de un VW Sedan 1971 y El sabor de mi café, también es tu sabor. 

Dulce refugio es una poética corporal amena y de cosas simples, de lugares comunes y mágicos, en la que espectador puede identificarse fácilmente con los personajes y proyectarse en las situaciones que plasma.

Es una obra con una narrativa simple, bien construida con imágenes memorables, que atrapan al espectador. Cada uno de los movimientos de los bailarines está sincronizado con la música creada por Alejandro Padilla y Donovan Sierra.

Una pieza importante de la escenografía es un auto Volkswagen clásico de 1971, alrededor del cual interactúan y bailan los intérpretes. 

“La obra habla de los momentos cotidianos tan íntimos que vivimos en pareja. Para mí, la mejor parte de mi vida es en la mañana tomando café, antes de salir a las labores del día, ese momento lo disfruto mucho. En esto está inspirada la obra. Está en proceso, falta una cuarta parte, que quiero incluir”, manifestó Jaime Sierra.

“Fue un reto crearla en la pandemia, fue muy complejo trabajar en la distancia, no podíamos reunirnos. También los espacios para ensayar estaban cerrados. Luego, dos de los bailarines tuvieron que emigrar, entonces tuvimos que rediseñar el proyecto y empezar a construir por Zoom, trabajamos y ensayamos por separado, pero finalmente se logró montarla”, señaló.   

“Ya bastante difícil es crear en condiciones regulares, pero crear en estas condiciones de pandemia es mucho más complicado. Sin embargo, somos afortunados de poder nuevamente estar en el foro y participar en el icónico Encuentro Metropolitano de Danza Contemporánea”.