Dado que la mayoría de las encuestas electorales, incluyendo las que se pueden considerar como “oficialistas” o partidarias del gobierno como Paramétrica, la del diario Reforma, la de El Financiero o Mitofsky, dan una amplia ventaja a Andrés Manuel López Obrador en la carrera por la Presidencia de la República; las principales fuerzas empresariales; los voceros del olimpo financiero como The New York Times o The Washington Post o The Economist, se han enfrascado en una campaña para tratar de moldear a esa Presidencia amloista que, según The New York Times, “parece inevitable”. El señalamiento es simple aunque dicho siempre de diferentes formas: Queremos que mantengas la misma ruta económica que el Presidente Peña Nieto y los 5 presidentes anteriores a él. Así de simple.
Que se mantengan el llamado neo-liberalismo. Desde dentro de México hacen la misma exigencia organismos como el Consejo Mexicano de Negocios o el Consejo Coordinador Empresarial: Mantener la apertura económica, mantener las reformas estructurales etc.
AMLO se mantiene distante y no se casa con esa exigencia y muestra, día con día, su enorme músculo político, su gran popularidad y mantiene su discurso básico: Se tiene que acabar con la corrupción y la impunidad, la desigualdad y tiene que haber crecimiento económico, empleo y bienestar etc. --- justo lo que los gobiernos neo liberales destruyeron-- y, de esa forma, eso pinta su raya. Son dos fuerzas diferentes peleando por la misma Presidencia, las partidarias de la continuidad neo liberal, con sus brazos interno y externo, y los que quieren cambiar ese rumbo.