02/May/2024
Editoriales

Una idea de cuánto mide La Vía Láctea

 

El tamaño del universo es inescudriñable. Lo bueno es que en su inmensidad nos presta un pedacito para que nosotros vivamos, al que llamamos Vía Láctea, una galaxia que tiene cuando menos 200 mil millones de estrellas y sus planetas. Este ‘pedacito’ de espacio en el que nuestra Tierra ocupa una parcelita, tiene una masa  (magnitud que expresa la cantidad de materia, es decir el volumen), de sólo 1012  masas solares, con un diámetro de 100 mil años luz.

 Se necesita medirla en masas solares porque una de esas 200 mm de estrellas se llama El Sol, en cuyo sistema se encuentra La Tierra, y es del que vivimos los seres vivos que habitamos este planeta. Bien, pues todas esas estrellas mencionadas están agrupadas en un disco aplanado de brazos en forma de espiral con una protuberancia en el centro. Viéndola desde la Tierra, nuestra Galaxia es una especie de banda luminosa de estrellas y gas brillante que atraviesa el cielo. Los neófitos le decimos Vía Láctea a toda la galaxia cuando en realidad ese término se refiere sólo a la banda luminosa de estrellas visible desde nuestro minúsculo planeta.

 La Vía Láctea es nuestro pedazo de cielo, y se encuentra en el grupo junto a otras ¡cuarenta! Galaxias. Pero nos distinguimos de las demás porque nomás la galaxia de Andrómeda es más grande y brillante que la nuestra. En fin, tener el segundo lugar no es poca cosa considerando que vivimos en este espacio sin pagar renta.

  Por el nombre, podríamos imaginar que se trata de una Galaxia construida de leche, y no andaríamos tan fuera de foco, pues según la mitología griega el niño Hércules fue llevado a la diosa Hera, quien lo cuidaba y amamantaba, pero un día el niño se apartó de la ubre de Hera y su leche se desparramó por el cielo formándose la Galaxia.

 Los griegos podían observar el cielo porque de noche había otras condiciones de visibilidad, sin obstáculos como ahora son además de la contaminación, los reflejos de las luces artificiales, así que ellos veían una enorme banda lechosa de estrellas.

 La realidad es que si los avances científicos no crecen geométricamente, jamás podremos darnos idea real del tamaño de la Vía Láctea, muchísimo menos del Universo.