29/Apr/2024
Editoriales

Para erradicar la tacañería, sólo la nobleza

Comentaba mi compadre Arturo de la Garza que en tiempos de su padre, el gobernador Arturo B. de la Garza, había un aspirante a la gubernatura que platicaba sus recorridos por todos los pueblos de Nuevo León, y que después de largos años de pláticas con los neoleoneses había elaborado un programa de gobierno que daba respuesta a absolutamente todas las necesidades e inquietudes ciudadanas.

Sin embargo, cuando le preguntaban cuáles serían sus propuestas de gobierno, su respuesta era la misma: no las digo porque si las platico, me las van a copiar.

Este suspirante a gobernador murió llevándose su proyecto de estado a la tumba, pues nunca se lo platicó a nadie. 

Esto me lleva a meditar acerca de la tacañería, que es una actitud y forma de vida digna de lástima pues quien la practica sufre escasez de los bienes que él mismo posee. 

Sin embargo, los peores tacaños son aquellos intelectuales o poetas que, sabiendo mucho, o sintiendo mucho, no transmiten sus conocimientos ni sus sentimientos a nadie. 

En el primer caso, la víctima del tacaño de dinero es él mismo. 

Pero las víctimas del otro tacaño, del egoísta de conocimientos o sentimientos, es toda la sociedad que está ávida de lo que a él le sobra, pero nada le comparte. 

Soy un convencido de que las riquezas intelectuales funcionan como lo hace la economía de un pueblo: si el dinero y los bienes circulan, la economía se fortalece. 

No importa que otros sepan lo que uno sabe, lo importante es que lo poco o mucho que sepamos lo compartamos para que sirva a quien deba servir.

Si nuestros ancestros hubieran sido tacaños la humanidad nunca hubiera llegado al nivel de desarrollo actual.

No seamos tacaños de lo que sabemos; todos podemos aprender de todos, y mucho menos regateemos la amistad y el amor que sintamos, porque nosotros mismos lo necesitamos. 

Es más importante dar que recibir, pues el que da siempre tendrá más que el que recibe.  Como la nobleza obliga: demos sin pedir nada a cambio… y seguramente recibiremos más.