Las posadas -afortunadamente- ya se van a terminar, pues en dos días más llegarán las esperadas Nochebuena y la Navidad.
En las posadas se ha perdido el tradicional espíritu religioso y ahora se acostumbra la ingesta de bebidas espirituosas, y no pocas personas se extralimitan en el consumo de alimentos entrando a una suerte de competencia a ver quien engorda más.
Pero este fenómeno palidece frente al exceso de bebidas alcohólicas que causan efectos con desfiguros poco recomendables y no muy difíciles de diagnosticar, por lo que me permito hacer una relación de ellos con sus probables orígenes y alguna solución propuesta:
1.- Pies fríos y húmedos.
Causa probable: El vaso está asido en ángulo incorrecto.
Solución: Girar el vaso hasta que la parte abierta quede hacia arriba.
2.- Pies calientes y húmedos.
Causa: Se perdió momentáneamente el control de la orina.
Solución: Ir al baño más próximo a secarse.
3.- La pared de enfrente está llena de luces.
Causa: sobrevino una caída de espaldas.
Solución: Posicionar el cuerpo a 90º con respecto al suelo.
4.- Traer la boca llena de colillas de cigarros.
Causa: Una caída de bruces sobre el cenicero.
Solución: Escupir la mayor cantidad posible de colillas.
5.- El suelo está borroso.
Causa: Se está mirando a través de un vaso vacío.
Solución: Llenarlo con algún líquido.
6.- El suelo se mueve en un solo sentido.
Causa: está siendo arrastrado.
Solución: Preguntar a dónde lo llevan a uno.
7.- Escuchar las voces en medio de un misterioso eco.
Causa: Tener el vaso en la oreja.
Solución: Dejar de hacer el payaso.
8.- La discoteca se mueve mucho, la gente viste de blanco y la música es repetitiva.
Causa: Estar en una ambulancia.
Solución: No moverse; posible coma etílico o congestión alcohólica.
9.- Su esposa está muy rara y sus hijos le miran con curiosidad.
Causa: Está en una casa equivocada.
Solución: Solicitar orientación geográfica a su No Familia.