Mayo 7 de 1824: Nace el Estado libre y Soberano de Nuevo León, creado por el Segundo Congreso Constituyente, y promulgado por los triunviros Guadalupe Victoria, Miguel Domínguez (El Corregidor) y Vicente Guerrero.

Hasta ese día se había llamado ‘Nuevo Reino de León’ remontándose a 1596 que Diego de Montemayor fundó la Ciudad Metropolitana de Nuestra Señora de Monterrey, y el virrey Gaspar de Z

úñiga Acevedo y Velasco, V conde de Monterrey, rápidamente la ratificara en 1599.

Este Segundo Congreso Constituyente Nacional funcionó de 1823 a 1824 y declaró la Federación Mexicana, elaborando el 31 de enero de 1824 su respectiva Acta Constitutiva, incluyendo a Nuevo León dentro del llamado Estado Interno de Oriente, junto a las provincias de Coahuila, Nuevo León y Texas.

El Congreso Constituyente después disolvió, el 7 de Mayo de 1824, el Estado Interno de Oriente en dos entidades federativas: El Estado de Coahuila y Tejas, con capital en Saltillo, que sobrevivió hasta 1836 cuando Tejas se separó de México; y Nuevo León con capital en Monterrey.

Pero la existencia del Estado de Nuevo León, como ente libre y soberano ha sido intermitente: de 1824 a 1836 fue estado soberano; luego se convirtió en Departamento sin soberanía de 1836 a 1846; después de 1846 a 1848 fue un territorio ocupado por el ejército invasor de Estados Unidos de América; de 1849 a 1852 recuperó su calidad de estado Soberano; perdió su soberanía de nuevo, de 1853 a 1856 en que fue Departamento de la dictadura de Antonio López de Santa Anna; y desde 1857 hasta 1864, Nuevo León se integró a un Estado llamado Nuevo León y Coahuila con capital en Monterrey.

Entre 1864 y 1865 fue Departamento del Imperio de Maximiliano, y luego Estado Federado, dependiendo de quién ocupara la Ciudad, y de 1867 hasta la fecha es un Estado libre y soberano.

Hoy celebramos nuestra soberanía, estatus que pocos aprecian, cuando en realidad se ha conseguido en base a innumerables luchas políticas y militares. Como entidad federativa nos hermanamos con los demás estados de la República, buscando permanentemente la mejoría del nivel de vida de todos los neoloneses.