15/May/2024
Editoriales

…Y el sistema de comercio cambió

Los comercios de mostrador y mercancía escondida quedaron de un plumazo fuera del mercado. En Utica, del estado de Nueva York se estrenó un sábado de febrero de 1879 un sistema comercial novedoso: se eliminó el mostrador y la clientela se metió hasta el anaquel a tomar directamente la mercancía que iba a comprar. 

El comerciante Frank Woolworth había revolucionado el comercio. Los volúmenes de ventas fueron increíbles y antes de un año, de tener una deuda de 315. 41 dólares, tuvo utilidades netas por 1 millón 516 mil dólares. 

Su negocio se potenció porque las compras masivas le permitían comprar más barato y así podía ofrecer una mayor variedad de artículos. 

Aunque la idea fue copiada, quien pega el primer golpe puede pegar el segundo, y luego de extenderse por todo Estados Unidos, en 1909 abrió una tienda en Liverpool. 

El negocio de tiendas comerciales se modificó gracias al ingenio de Frank Woolworth. 

Sin embargo, esa etapa del comercio ya quedó atrás, debido a que en este siglo XXI, la pandemia del Covid 19 trajo consigo un encierro de la gran mayoría de las personas, para acatar las recomendaciones de las autoridades sanitarias que no querían ver gente sana en la calle por temor a que se contagiara y las cantidades de ‘positivos’ crecieran aún más.

En las calles se veían solamente los trabajadores de los sistemas de servicios públicos como recoleccion de basura, mantenimiento de las plantas de energía, y los vehículos automotores que circulaban eran básicamente los repartidores de comida y mercancías que la gente compraba por teléfono e internet.

Al terminarse la emergencia, comenzó la reactivación de la economía y el tráfico vehicular regresó a las calles, pero se quedó entre muchas personas la costumbre -que conlleva comodidad- de hacer compras por teléfono o internet. Ahora vemos cualquier cantidad de trabajadores de reparto circulando las calles y entre otras costumbres que cambiaron, además de entretenerse en la televisión con películas de plataformas en vez de asistir a las salas de cine, comprar por catálogo, que es el tema de este texto.

El número de compradores desde sus domicilios se ha incrementado geométricamente, por lo que las grandes inversiones en los centros comerciales comienzan a ponderarse de formas diversas, pues indiscutiblemente que quien tenga un buen sistema de ventas hogareñas, es quien le lleva una gran ventaja a quienes se quedaron con el sistema antiguo de que el cliente asista a las tiendas.