17/Jun/2024
Editoriales

La mejor demostración de tener un alto cociente intelectual

Anda circulando un video interesante, mediante el cual se puede medir la edad biológica de las personas de acuerdo con su capacidad auditiva.

Viene programado para emitir un sonido que va subiendo de tono y a la par la medición de la edad del escucha. Cuando se llega a ciertos decibeles el escucha deja de serlo, es decir, ya no oye el sonido y en ese momento se registra la edad.

En realidad no sé si esto tenga sustento científico o sea una gracejada más de los gratuitos engaña-bobos que abundan, pero la idea es correcta, la mejor medición de un órgano es saber su capacidad de producir lo que su naturaleza proporciona.   

Y lo mismo sucede con la mente, un elemento intangible que nace de las neuronas que se encuentran en el cerebro. 

Para saber la capacidad de la mente humana el psicólogo francés Alfred Binet desarrolló un método que identifica a los niños que batallan con la educación tradicional. Binet diseñó un cuestionario con preguntas para chiquillos de inteligencia media y de diferentes edades. Empezaba con preguntas para una edad inferior del evaluado, y le iba subiendo al nivel de dificultad hasta que el niño ya no respondía nada, se suspendían las cuestiones. 

Luego inventó un sistema de evaluación de esos resultados añadiéndole dos meses a cada pregunta respondida de una edad mayor a la de él. Así, un niño de 10 años que respondiera todas las preguntas de su edad y a tres preguntas de un nivel superior, se le calificaba con una edad mental de 10 años y seis meses (dos meses por tres preguntas). Después llegó el norteamericano Lewis Terman que inventó el criterio del CI (Coeficiente de Inteligencia), que se calculaba dividiendo la edad mental entre la cronológica, y multiplicaba el resultado por cien. Así, un niño de 8 años de edad cronológica, pero con una edad mental de 10 años, tendría un CI de 125, esto es, 10 dividido entre 8 es 1.25 y 1.25 por 100, es igual a 125.      

Hasta que en 1960 llegó la forma de comparar el resultado de una persona con los resultados de toda la población, lo que da idea de cómo anda un individuo en inteligencia respecto de los demás de su misma edad, grupo racial, religioso y nacionalidad. 

Ahora sabemos que el 97 porciento de la gente, tiene un CI que fluctúa entre 70 y 130, y en el 66 porciento de las personas sus mediciones andan entre 85 y 115 de CI. En los extremos de la tabla hay dos tipos de individuos: los que tienen un CI menor de 70 que sufren de retraso mental, y las personas cuyo CI es superior al 130 que son las superdotadas. 

“Semos” muy poquitos los que alcanzamos esos niveles intelectuales entre los que, desde luego, estamos usted y yo ¿verdad?. 

Y la demostración inmediata la daremos el próximo domingo al emitir nuestro voto.