16/Jun/2024
Editoriales

Es la economía, estúpidos

Todos hemos tenido lo que se dice “rachas” buenas y malas en nuestra vida. Algunas veces nuestro negocio arroja pérdidas o ganancias que no corresponden a nuestros esfuerzos, pues las circunstancias cambian para mal o para bien y no dependen de uno. En pocas palabras, hay tesis económicas que hablan de que los auges y las crisis son inevitables. Tanto que los ciclos económicos han sido clasificados por los expertos en: El ciclo Kitchin que dura de 3 a 5 años; el ciclo Juglar (7 – 11 años); el ciclo Kuznets (12 – 15 años). Y existe el ciclo o curva Kondratiev (45 – 60 años), también conocido como “superciclo”. Esto es, que entre 45 y 60 años hay una crisis en el sistema capitalista que lleva a cuestionarse la forma de funcionar de la economía. 

  La quiebra de Wall Street fue en 1929; y hasta 1946 se publicó ‘Measuring Business Cycles’, de Burnes y Mitchel, que define su teoría de ciclos económicos. 

 

 En el año 2007 vivimos otra recesión económica de EUA, como preludio de la gran crisis detonada por la quiebra de Lehman Brothers, y que continuó con el derrumbe de Wall Street en 2008, arrastrando al precipicio la economía de todo el mundo occidental. La explicación más lógica de estos ciclos es que los humanos somos criaturas emocionales que podemos irnos del pesimismo al optimismo rápidamente, o al revés. Hay quienes dicen que las grandes empresas son las culpables pues cuando hay auge almacenan muchas existencias esperando que el auge continúe pero cuando se contrae la economía tienden a deshacerse de ellas, colapsando al sistema productivo pues la sobre oferta impacta en la producción y las empresas chicas cierran. No es fácil entender estos fenómenos ni siquiera para los economistas, menos para el resto de los mortales, lo cierto es que debemos estar preparados anímicamente para que las condiciones económicas cambien de un momento a otro, y ajustar nuestro negocio, ya sea grande o un changarrito, pues de ello depende nuestra tranquilidad, pues se trata de la economía, estúpidos!