Como todos los años, tenía preparado el mensaje de Navidad, el día más importante para todos nosotros, pero de repente, un golpe que no esperábamos y que vino a ensombrecer el diario continuar por esta hermosa vida, la muerte de Cristina Pacheco, una gran escritora y periodista, icono del periodismo urbano, nacida en San Felipe Torres Mochas el 13 de septiembre de 1941.
Enternecedora su despedida hace apenas unos días que dejó de transmitir su programa imperdible en el Canal 11 , “Aquí nos tocó vivir” donde , como fondo musical y un mambo de Perez Prado, entrevistaba a gente que nunca soñó con que su profesión apareciera en un programa de televisión, así desfilaron músicos de cantinas, talabarteros, chinamperos, boleros, organilleros, vendedores ambulantes,costureras, sastres, cantineros, alfareros, gente que vivió toda su vida en la calle y una cantidad innumerable de gente que honradamente se gana la vida como puede .
Aparte, era imperdible su columna semanal de “La Jornada” titulada “Mar de Historias” donde relataba cotidianamente la vida de los “sin voz”, de los que sufren en asilos de ancianos, mujeres abandonadas que sacan adelante a sus hijos, gente que un día, abandonó su terruño en una provincia pobre y abandonada y se fue a luchar a la capital, soñando que un día regresarían y volverían los días felices de la niñez, sin que lo lograran, porque su terruño no era aquel el que dejaron muchos años antes, cuando salieron para buscar una vida mejor. Todas estas historias las contaba magistralmente domingo a domingo Cristina Pacheco, dejándonos un sabor a nostalgia. Su despedida el 3 de diciembre fue muy breve y triste :”A mis lectores y amigos les quiero agradecer su apoyo y su constancia a lo largo de 34 años que me han brindado su atención”.
En 2012 ganó la primera edición del Premio Rosario Castellanos, el Consejo Nacional para la. Cultura y las Artes le otorgó la presea “Por su extraordinaria trayectoria en el periodismo, la literatura y la comunicación audiovisual, por su diálogo cultural vivo, mantenido a lo largo de varias décadas, dando voz con dignidad y respeto a personas de los más diversos ámbitos sociales”.
Su despedida en la televisión fue más conmovedora, “Hoy tengo que soportar y aprender a enfrentar algo a lo que me está enfrentando la vida. Es duro lo que voy a hacer, pero debo hacerlo. Por graves razones de salud, tengo que suspender, al menos momentáneamente….que les diré “ al borde del llanto.
Atrás quedaron sus estudios de Lengua y Literatura Hispánicas en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, luego su larga carrera de periodista en El Novedades, en la Revista de la UNAM, donde conoció al que sería su esposo José Emilio Pacheco con quien se casó en 1965, duraron 53 años de casados y tuvieron dos hijas Laura Emilia y Cecilia.
Aparte del ya mencionado, obtuvo otros premios, en 1985 el Premio Nacional de Periodismo, El Lince de Oro, que otorga la Universidad Del Valle de México, Premio Nacional de Bellas Artes de Literatura Inés Arredondo (2022), solo por mencionar algunos. También recordamos algunos de sus libros como “Mar de historias” (2011) , “ Sopita de fideo”(1984), “El eterno viajero” (2016), “Cuarto de azotea”(1986) y “La chistera maravillosa” (2007).
Descanse en paz Cristina Romo Hernández, nombre con la que la bautizaron en su solar nativo. Sin duda una gran periodista y escritora que logró trascender en su larga trayectoria por su ética periodística y su manera de ver la vida.
