16/Jun/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

 

Mayo 23 de 1901: organizan varios comerciantes y empleados del comercio regiomontano una asociación civil con el formato de sociedad mutualista que culminó el día 1º de junio de ese año, en la formalización de su iniciativa. Eran encabezados por Abel Saldívar Tapia, Lorenzo López Bosque, Juan José Rodríguez y otros. Así fue el inicio de un movimiento mutualista, novedoso en México, que sesionaba en diversas locaciones hasta que en el año 1918, el presidente Venustiano Carranza cedió la propiedad del Convento de San Andrés al Ayuntamiento de Monterrey presidido por Jerónimo Siller, quien instaló ahí una especie de cárcel municipal. Sin embargo, los principales socios del Círculo Mercantil Mutualista gestionaron para que ese hermoso edificio fuera cedido en comodato para la institución que representaban y en 1931, el alcalde Generoso Chapa Garza propuso al Cabildo de Monterrey la cesión de ese valioso predio, pues el CMM para ese tiempo ya agremiaba no sólo a comerciantes sino a personajes como don Rodrigo Gómez y don Manuel L. Barragán. Se enfocaba, además de las actividades mutualistas, a promover el deporte y el patriotismo entre la juventud regiomontana. Así que se hicieron las adecuaciones con obras a cargo del prestigioso ingeniero Juan Garza Lafón. El privilegiado espacio físico que aún ocupa su edificio ha sido fiel compañero de nuestra Ciudad desde aquellos tiempos. Recordemos que el Convento de San Andrés fue erigido por fray Lorenzo González y fray Martín Altamirano para atender a los fieles y para la conversión de los indios bárbaros de la región. Hasta 1857, con las Leyes de Reforma, el Convento, es decir, las habitaciones o celdas de los frailes, el comedor, la cocina, el claustro, y el oratorio, que había albergado a la desaparecida Parroquia de San Francisco, la Escuela, el Hospital y el Cementerio para indios conversos, y su adecuación quedó excelentemente. En el año 1698 se había celebrado en esta plaza la primera Corrida de Toros de la ciudad. Por siglos había servido de campamento a los distintos ejércitos tanto nacionales, como alzados, e incluso, a los invasores norteamericanos y franceses. Además, de 1864 a 1870, fue asiento temporal del Colegio Civil…