18/May/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

Mayo 29 de 1928: muere en Ciudad de México, el ex gobernador Porfirio G. González González. Nació en 1885 en China, Nuevo León, destacado militar considerado el hombre fuerte del Grupo de Sonora en Nuevo León, que inició carrera revolucionaria en 1913 al sumarse a las tropas de Lucio Blanco, participando en diversas batallas en el noreste mexicano, y en 1914 ya con el grado de coronel, bajo las órdenes de Cesáreo Castro se incorporó al obregonismo. 

Termina 1914 con el grado de general brigadier, y en 1915 se distinguió en actos de armas, por lo que en junio de ese año fue ascendido a general de brigada. Su talante altivo le llevó a enfrentar dos juicios militares, el primero en 1917 –declarado inocente cuatro años después- por abuso de autoridad, y en 1919 por pillaje, lo que le llevó a la cárcel de Tlatelolco por seis meses. Al ser liberado, Álvaro Obregón se postuló a la presidencia por el Partido Laborista Mexicano, y la nación se convulsionó con el plan de Agua Prieta, del 29 de abril de 1920, que desconocía al presidente Venustiano Carranza quien fue asesinado rumbo a refugiarse en Veracruz, y el mencionado plan desconocía también a los gobernadores de Guanajuato, San Luis Potosí, Nuevo León y Tamaulipas, mismos que serían sustituidos por quienes nombrara el jefe supremo del Ejército constitucionalista, Adolfo de la huerta, miembro del Grupo Sonora que dirigía Obregón. 

A la muerte de Carranza, De la Huerta asumió la presidencia y convocó a elecciones que ganó Obregón quien gobernó de diciembre de 1920 a noviembre de 1924. Estos grandes movimientos revolucionarios repercutieron en nuestro estado, donde, entre 1917 y 1919, gobernaba el carrancista Nicéforo Zambrano –ex alcalde regio, y ex diputado constituyente- quien fue sustituido por otro carrancista, José E. Santos, el 4 de octubre de 1919. Empero, al salir el plan de Agua Prieta, el 10 de mayo de 1920, Santos dejó en el poder a Humberto Barros, que duró sólo tres días –del 10 de mayo al 12 de mayo- quedando a cargo Félix G. Lozano, quien gobernaría otros dos días –12 y 13 de mayo- pues el 13 de mayo de 1920 arribó a nuestra ciudad con cien hombres, Porfirio G. González portando su nombramiento de gobernador del estado, gracias a Álvaro Obregón. 

González combatió el vicio del juego, que en esos tiempos se había propalado en Monterrey, instaló la escuela Nocturna para Trabajadores, disminuyó las canonjías de la industria dadas por Bernardo Reyes, y combatió el bandolerismo. En febrero de 1921 llegó a la gubernatura Juan M. García, de filiación anti obregonista. Sin embargo, tras graves desórdenes públicos, fue desaforado el 4 de abril de 1922 y el Congreso del estado designó al doctor Ramiro Tamez como gobernante. Tamez hizo buen papel realizando campañas contra el paludismo y ampliando el Hospital González. En el ínterin, Porfirio G. González estuvo “a disposición de la Presidencia” entre 1921 y 1923, construyendo el cuerpo de rurales de Nuevo León, para apoyar al gobierno federal. Llegada la fecha, en 1923 Porfirio G. González compitió contra Aarón Sáenz, pero el Tribunal Superior de Justicia los descalifica a los dos y nombró gobernador interino a Anastasio Treviño Martínez. Por cierto, para que Treviño tomara posesión, hubo de desalojarse a Alfredo Pérez, quien también participó en la contienda y se proclamaba triunfador de las elecciones y gobernó un solo día. Porfirio G. González también se proclamó triunfador, instalando su propia cámara de diputados en el hotel Bridge, y luego de una lucha política, fue reconocido su triunfo, y Anastasio Treviño le entregó la gubernatura el 25 de diciembre de 1923. De inmediato, Porfirio erigió en ciudad el poblado de Villaldama, y promulgó una nueva Ley Orgánica Municipal. Porfirio G. González gobernó hasta el 16 de octubre de 1925, cuando desaforado por el Congreso del Estado, acusado de asesinar a dos diputados locales apellidados Estrada y Solís. Porfirio G. González alegaba que habían muerto en riña, el primero fuera de un prostíbulo y otro fuera de un hotel y que el desafuero era por "presiones políticas del Presidente Plutarco Elías Calles" que había ascendido a la Presidencia de la República el 1º de diciembre de 1924. Ya retirado a la vida privada, en octubre de 1927 fue aprehendido con motivo del levantamiento de Almada. No obstante, todavía figuró en el Estado Mayor Presidencial, y fue hasta mayo de 1928, cuando murió en Ciudad de México este revolucionario y político controvertido que nos gobernó en dos ocasiones y sucumbió por la misma causa política por la que llegó: la influencia del gobierno federal.