El Concurso anual 2022 de Las 7 Maravillas Históricas de Nuevo León recibió, entre otras, la inscripción para competir, de una interpretación científica del fenómeno natural El Solsticio de Invierno en Monterrey, manifestado a través de la salida del Sol en el centro de la cuneta formada por los dos picos del Cerro de la Silla, observado desde el edificio del Museo Regional del Obispado.

 El Solsticio es el punto de equilibrio entre el número de horas que tienen el día y la noche. En nuestro calendario estacional es el inicio del invierno y de diversos ciclos en la agricultura y en la reproducción de animales, lo que le daba sentido y orientación a nuestros ancestros para decidir cosas importantes como la siembra y la ponderación de las reservas de granos y otros alimentos para soportar la escasez invernal.

 La candidatura para ser una de las 7 Maravillas Históricas se complementó con el dato de que al aparecer el sol en el centro de la cuneta del Cerro de la Silla, sus primeros rayos iluminan la parte alta del edificio, en donde se ubica la imagen de la Virgen. 

 Esto es muy importante porque, como se sabe, el Museo Regional del Obispado se llamó originalmente El Palacio de Guadalupe,y en su frontispicio se labró la imagen de la Virgen de Guadalupe, misma que ahora está en proceso de mantenimiento.

 Es obvio que este hermoso e importante edificio -icónico de la Ciudad- no fue colocado al azar, sino como resultado de todo un proceso de cálculo astronómico considerando las coordenadas del predio, su orientación geodésica con rumbo y cota.  

 Pero esta asombrosa propuesta no ganó, pues los votantes (el concurso es abierto y vota el público) no entendieron cabalmente el fenómeno natural, aunque unas mil 500 personas sí la votaron, y si se inscribe en este próximo concurso, seguramente habrá más gente votando en su favor.

 La pasmosa obra arquitectónica e ingenieril del Palacio de Guadalupe fue realizada por el Segundo Obispo de Linares, Rafael José Verger, quien mostró su inteligencia al hacerse acompañar del fraile Antonio de la Vera y Gálvez, ilustre andaluz nacido en 1751, con estudios de medicina, música y que era un consumado geómetra. 

 Esta eminencia como médico, aportó grandes cosas al combate de la epidemia de viruela del año 1798; como músico instauró la primera escuela en Monterrey de ‘música por nota’ para niños, y calculó la ubicación del Palacio de Guadalupe, alineado con la salida del sol en el Solsticio de Invierno en una línea geodésica entre la cuenca del cerro de La Silla y las escalinatas del edificio mencionado.

 Este bello marcador universal del tiempo es al mismo tiempo, un tributo a Nuestra Señora de Guadalupe y un regalo de Navidad para todos los regiomontanos. 

  Lo interpretó como un buen augurio para el año 2024, cuando se renovarán todos los puestos de elección popular, excepto el de gobernador, pues quienes asuman el poder deben nombrar como sus subalternos a los y las mejores funcionarios, no necesariamente a sus mejores amigos…