Los esfuerzos del gobernador Jaime Rodríguez para un "control de daños" después de los acontecimientos del jueves pasado al igual que su activismo nacional a favor de medidas de austeridad y recortes, fueron insuficientes pues según las mediciones de Saba hasta el 9 de enero, sus números más importantes siguen abajo y también los de las demás autoridades en medio de un descontento generalizado y un fermento político que opaca hasta el grave problema de la inseguridad. Veamos; según los números de Saba un 74.4% dicen tener como más presente el gasolinazo, el alza de precios y las protestas y saqueos del día jueves.
La inseguridad solo es el principal problema para un 28.8% de los entrevistados, un porcentaje que ha venido bajando de manera consistente desde dic. 17 cuando alcanzo un 53.5%. Este ambiente de descontento ha elevado a un 76.7% el porcentaje de los que no simpatizan con ningún partido ni con los independientes, además de que ha bajado la identificación partidista del PAN hasta un 7.2% que le indica alerta negativa. El gobernador Jaime Rodrigué, siendo la principal autoridad, no logro mejorar sus números después de la conferencia de prensa anunciando medidas y detenciones por los disturbios y de sus declaraciones en la Conago a favor de medidas drásticas de austeridad. Su aprobación fue de solo un 24.2% ligeramente mayor que el 19.8% que obtuvo en la medición anterior. Igualmente, su calificación fue de 5.2 solo ligeramente mayor que el 4.9% de la medición anterior indicándole alerta negativa.
En los rubros electorales es donde el Bronco esta más castigado. En el rubro de "si volviera a haber elecciones votaría por el", obtiene solo un 12.8% solo ligeramente superior al 10.8% que obtuvo en la medición anterior pero lejos del 18.1% que obtuvo a mediados de diciembre y que ya era un porcentaje muy bajo. Igualmente, el porcentaje de los entrevistados por Saba que dicen que les gustaría que se postulara para la presidencia de la republica cayo a solo un 13.6% muy por abajo del porcentaje de 20% o mayor que había mantenido anteriormente. Los alcaldes también se ven afectados por la ola de descontento pues obtiene un 5.9 de calificación general como grupo abajo del 6 o más que habían obtenido en mejores momentos.
Su aprobación es de solo 43.3% debajo del 52.3% de hace 3 mediciones antes y de otros porcentajes mayores. En Monterrey, el centro de las movilizaciones y el fermento político, el gobernador Jaime Rodríguez obtiene una baja calificación de 5.2 que le indica alerta negativa y el alcalde una de 5.3 que le indica lo mismo.