16/May/2024
Editoriales

De la lectura en papel a la pantalla de LCD

En estos tiempos de lectura en las pantallas de cristal líquido o LCD, el número de los que gustamos de leer escritos en papel disminuye día a día. La increíble comodidad de traer consigo muchos libros en un solo dispositivo inalámbrico es muy superior al inigualable gusto de palpar los textos escritos en el papel.   

Sin embargo, el desarrollo de la humanidad no se concibe sin la dilatada etapa de la escritura que se realizaba únicamente sobre el papel.

Por lo tanto, quien inventó el papel debiera tener un gran reconocimiento, pues su aportación permitió que la humanidad se desarrollara intelectualmente.

Esto sucedió en el año 105 que, luego de largos años de trabajo e investigaciones, un eunuco de la Corte Imperial China, de nombre Tsai Lun, inventó el papel. 

Es increíble que su nombre haya sido sepultado por el tiempo, tal vez haya influido en ello su condición de eunuco pues, tradicionalmente a los hombres castrados se les asignaba sólo la custodia de las mujeres. 

Sin embargo, Tsai Lun era de un talento enorme y dedicó una buena parte de su vida a trabajar la corteza del árbol de la mora y lo mismo hacía con muchos vegetales con los que experimentaba cuál de ellos sería el ideal para fabricar una superficie apta para escribir mejor, pues la piel además de escasa y cara, tenía muchos inconvenientes. 

Se sabe que la escritura inició plasmándose en la arcilla, también que se escribía en seda, después en el cáñamo, luego llegó el papiro, también de origen vegetal, hasta que este eunuco chino preparó una pasta hecha de diversos tejidos vegetales, trapos de tela y restos de redes de pesca, extendida en capas finísimas secadas al sol, obteniendo las primeras muestras del papel, y luego inventó la mejor forma de impermeabilizarlo, almidonándolo con un producto de arroz.  

Tsai Lun tiene todo el mérito, pero extrañamente la gran potencia china no ha reclamado el reconocimiento universal por la aportación de uno de los suyos al desarrollo moderno.