20/May/2024
Editoriales

La reflexión del día

Las altas temperaturas pueden afectarnos de varias formas, tanto física como emocionalmente. Físicamente, el calor excesivo puede provocar deshidratación, agotamiento por calor e incluso golpes de calor, lo que puede ser muy peligroso para la salud. También puede empeorar condiciones médicas preexistentes como problemas cardíacos o respiratorios.

 Emocionalmente, las altas temperaturas pueden aumentar la irritabilidad, la falta de energía y afectar nuestro estado de ánimo en general. Además, el calor excesivo puede dificultar la concentración y el rendimiento cognitivo, lo que puede afectar nuestra productividad y bienestar en general. Para ello busque la manera de solventar con su familia y jefes los diferentes rayos solares en casa u oficina. 

 

 Es importante mantenerse hidratado, buscar lugares frescos para refugiarse y protegerse del sol en horarios de alta radiación. Aproveche la sombra de un árbol, o de un anuncio panorámico o algún techo de alguna casa o comercio. También es fundamental cuidar de los más vulnerables, como los niños, los ancianos y las mascotas, para asegurarnos de que todos estén seguros y confortables durante épocas de altas temperaturas.