10/May/2024
Editoriales

En el arte de gobernar, lo más difícil es dejarlo

Cuando Porfirio Díaz renunció el 25 de mayo de 1911, la revolución se declaró triunfadora,  pero los porfiristas continuaron en el gobierno, pues el interino León de la Barra, con la inacción de Madero, inició la tarea de desarmar a las fuerzas revolucionarias con base en los Tratados de ciudad Juárez. 

El primero que se opuso al desarme de los campesinos es Zapata, pues él y Ambrosio Figueroa habían llevado a los campesinos del sur a las armas y nunca aceptaron el desarme. Madero se hizo cargo de la presidencia a partir de noviembre 6 de 1911 luego de ganar la elección que debía durar hasta el 30 de noviembre de 1916. 

El presidente Madero nunca supo imponerse al grupo porfirista que seguía incrustado en el gobierno, y terminó asesinándolo. Pascual Orozco, que había luchado a favor de Madero, igual se rebeló contra su presidencia, apoderándose de casi todo Chihuahua. Madero reaccionó mandando a Victoriano Huerta a combatirlo y como logró vencerlo su imagen creció (la de Huerta), quien sería finalmente el ejecutor de un golpe de estado que inicia una nueva etapa de la revolución mexicana. La lucha más cruenta se dio a partir de ese momento, no sólo en contra de Huerta sino que después, entre los mismos revolucionarios que peleaban por el poder. La Revolución Mexicana, específicamente la actitud de Madero, es un ejemplo de lo que puede suceder cuando alguien que triunfa se acerca a sus enemigos y se aleja de sus amigos.  

El hubiera no existe, pero en un ejercicio de imaginación, si Madero hubiera continuado con sus planes revolucionarios que le llevaron a ser presidente, consensuando sus actos de gobierno con sus aliados y alejado a sus enemigos originales, que eran los amigos de Porfirio Díaz, la historia hubiera sido muy diferente, pues Villa, Zapata, Orozco y otros caudillos hubiesen continuado sus liderazgos dentro del maderismo, y sus enemigos como Huerta seguirían siéndolo, pero sin la fuerza para derrocarlo.

El actual régimen federal está a punto de iniciar el proceso de sucesión y ahora veremos la capacidad real del presidente López Obrador, para mantener cerca a quienes le ayudaron a ser lo que es, y no saldrán beneficiados con la candidatura que tanto han buscado.

Porque hay riesgo de que algunos se sientan ofendidos con el resultado de la famosa encuesta y busquen aliarse con los ex amigos del Presidente, que no son pocos.

La política es una actividad que tiene por objetivo acceder al poder, pero una vez obtenido, dejarlo es la suerte más difícil de todas.