24/May/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

Julio 18 de 1872: muere el presidente Benito Juárez. Indio zapoteca nacido el 21 de marzo de 1806 en San Pablo Guelatao de la jurisdicción de Santo Tomás Ixtlán del Estado de Oaxaca, fue hijo de Marcelino Juárez y Brígida García, también indios zapotecas que murieron cuando el niño Benito tenía tres años de edad. Su niñez fue una tragedia, siendo criado por sus abuelos paternos Pedro Juárez y Justa López, quienes al poco tiempo también murieron, así que su tutor fue su tío Bernardino Juárez, único de esa familia que estaba en condiciones de hacerlo pues su otro tío Pablo Juárez era aún menor de edad. Como requería recursos para sobrevivir, el niño Benito trabajaba desde que tuvo uso de razón en labores del campo. Cuando su tío tenía tiempo le enseñaba algo de lo poco que sabía del idioma español, pero le inculcó el deseo de superación, convenciéndolo de que los más pobres como eran los indígenas, no tenían más alternativa que la carrera eclesiástica. Benito se fue a pie el 17 de diciembre de 1818 a los 12 años de edad-, hasta la ciudad de Oaxaca, para tener alguna posibilidad de superarse. Ya en la ciudad de Oaxaca, Benito llegó a la casa de don Antonio Maza, donde su hermana María Josefa servía de cocinera. Allí conoció a don Antonio Salanueva, quien lo envió a la escuela para que aprendiera a leer y escribir con la gramática castellana, que se aprendía memorizando el catecismo que significaba la instrucción primaria.

 Benito Juárez hablaba el español con todos los vicios que tenía el vulgo, pero sus deseos de superación le potenciaron sus posibilidades de cultivarse, consiguiéndolo de una forma sobresaliente. Leer actualmente los textos de cuando Juárez fue gobernador de Oaxaca, o presidente de la Suprema Corte de México, o presidente de la República, es aprender el oficio de abogado culto.

 Aquel niño indígena, ya transformado en estadista fue quien organizó al país de acuerdo a la constitución política de la nación de 1857, urgiendo a que cada estado se organizase de acuerdo a sus facultades constitucionales. Ese mismo indígena zapoteca transformado en un brillante abogado y hombre experto en la administración del estado mexicano, fue el que redactó las leyes de reforma que modificaron al país dejando en manos del estado mexicano muchas de las funciones que eran facultades de la Iglesia, provocando la Guerra de Reforma. Ese mismo líder civil, venido desde lo más bajo de la estratigrafía social de su época, tenía el liderazgo necesario para que los grandes militares estuvieran a sus órdenes y le obedecieran sin chistar. Benito Juárez enfrentó la invasión francesa que buscaba implantar una monarquía con Maximiliano de Habsburgo al frente del país. Luchó con los pocos recursos militares que tenía a la mano en contra del mejor ejército del mundo, pero su coraje y el de muchos militares mexicanos le permitieron vencer al poderoso invasor. Su vida fue una eterna lucha, y murió igual, luchando. Juárez es el arquetipo de político que debería existir en estos difíciles tiempos.